[ III ]

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Lynna quiso estar presente mientras enredaban a su madre, estaba presente pero ausente a la vez.

— Princesa creo que usted no debería de estar aquí— le dijo el gran maestre — La muerte no es algo de lo que debería de estar cerca.

— Déjeme ayudar— Se hizo a un lado dejando al maestre con la palabra en la boca y sin darle tiempo a oponerse

Envolviendo el cuerpo de su madre le repetía que la perdonara ya que no pudo estar ahí para cumplir su palabra.

— Madre, quiero que sepas lo intenté, llegué tarde y tal vez ese sea mi remordimiento y mis pesadillas a partir de ahora, cargare con mi culpq por el resto de mi vida, sé que los dioses me castigaran pero estoy dispuesta a aceptar ese castigo— Murmuró entre lágrimas, cada palabra que salía de su boca sentía que le ardía en lo más profundo de su garganta quemando en el proceso

— Princesa ¿no quiere despedirse de su hermano?— preguntó a lado de ella

— Déjeme sola— ordenó así los presentes obedecieron

Se acercó lentamente al cuerpo de su hermano estando ya totalmente vendado.

Cerro sus ojos poniendo la mano en el pecho del bebé.

— Tu cuerpo, tu ser y tu esencia serán la reencarnación del segundo una jóven de cabello blanco, ya sea mi hermana y yo no nacerás del hijo del rey si no en una de sus hijas.

Dijo en voz alta, nadie estaba a su al rededor pero creía en la reencarnación de los humanos, esperaba que eso sirviera para en futuro verlo y esperar que cuando ese niño naciera se acordará de ella.

Cuándo vio al bebé en brazos del maestre pudo notar que tenía cierto parecido a su madre.

Su niño, el que tanto anhelo ahora se iba en compañía de su madre

[...]

En silencio doloroso por parte de todos veían el cuerpo de su reina envuelto, Aemma fue una persona muy querida por todos.

Lynna recargada en el hombro de Daemon lloraba silenciosamente mientras este la tomaba de la mano, nadie pensaría nada de ellos, en estos momentos dirían que la estaba consolando por al perdida de su madre.

— Ahora vengo— dijo Daemon

Lynna asintió sin decir nada, se separó de ella.

Después de que Daemon le dijera algoa Rhaenyra ella gritó "Dracarys" en alto, Daenyra pudo notar antes que dudó en hacerlo, ambas habían perdido a su madre.

Lynna evitó mirar como el fuego consumía rápidamente el cuerpo de ambos.

                                 [...]

— ¿Puedo saber que hace la hija de lord mano en la habitación de mi padre tan tarde?— preguntó Lynna con el ceño fruncido al ver a lo lejos a Alicent entrando a los aposentos de su padre

— No sé muy bien que hace ahí Lady Alicent, princesa— respondió el guardia

— Bien, gracias. Que tenga buena noche— el fuardia hizo una referencia

Con duda se fue a sus aposentos tratando de saber el porque Alicent estaba en los aposentos de su padre, de tanto estar dándole vueltas al asunto se quedó dormida, aparte de que el día había sido muy agotador para todos.

La razón por la que Lynna había salido era porque andaba en busca de Daemon pero al no encontrarlo en ningún lado decidió merodear por los pasillos de la fortaleza.

                                 [...]
Al día siguiente Lynna se preparó para ir a una reunión que tenían, sin ganas de nada tomó una jarra con vino y emepezó a servir a lado de su hermana, ambas seguín sin hablarse.

— Antes de emepezar, majestad— Habló otto antes de empezar la reunión— Tengo un informe que me parece importante compartir— Rhaenyra y Lynna compartieron mirada ella a un lado de otto sirviendo vino en su copa y Rhaenyra del otro lado. — Anoche el príncipe Daemon le pagó a una de las casas de placer en la calle de la seda.

Esa era la razón por la que Lynna no encontraba a Daemon la noche pasada.

Salió de la sala de reuniones dejando ahí a su hermana.

Los guardias al verla se hicieron a un dejándola pasar sin preguntar nada.

— Lynna...

— Eres un infeliz— dijo antes de darle una cachetada a Daemon

— Irte a la calle de seda, pagandole a todas esas putas para complacer a todos e inclusive a ti ¿Desde cuándo me has estado viendo la cara?— Preguntó soportando el llanto

— No sé de que hablas.

Lynna rio sarcásticamente ante el descaro de Daemon al negarse

— Entonces Mysaria ¿no te suena el nombre?—

— Eres una niña aún — 

— ¡Eso nunca te detuvo!— dijo exaltada — Nunca y aún así estabas conmigo—

— Tu padre nunca dejará que te cases conmigo—

— Y con justa razón, no eres bueno, eres despiadado y salvaje, nunca será un buen rey o siquiera serás considerado como uno— escupió con amargura

Daemon la tomó del cuello sorprendiendo a Lynna

— Deja de decir estupideces, ambos tenemos algo en común, tú cómo la mayor jamás fuiste o será considerada reina—

Lynna volvió a reír

— Espero que hayas disfrutado ser nombrado el heredero por un día porqué es a lo único que llegarás a ser— Daemon la soltó al escuchar la puerta abrirse

— Príncipe Daemon el rey solicita verlo—

— Ahora voy.

— Yo me voy— se dio la vuelta dándole la espalda a Daemon— Rhaenyra será nombrada reina y todos le juraran lealtad a ella, solamente recuerda eso, Daemon.

Salió de la habitación dejándolo solo.

                                  [...]

Lynna desde la puerta de la habitación de su hermana veía como Alicent la ayudaba a prepararse para su nombramiento como heredera al trono.

Así fue como le dijo su padre que iba a hacer después del funeral de su madre no le había hablado y esa misma noche el le dijo que la nombrará heredera.

Rhaenyra Targaryen.

Primera de su nombre.

Heredera designada al trono de hierro.

Futura reina.

Todos juraron lealtad a ella.

A su futura reina.

Lynna Targaryen

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Lynna Targaryen

17 de su nombramiento.

(Espero que la imagen se vea)

Con el salto de tiempo cambiará la actriz

《𝙋𝙀𝙍𝙁𝙀𝘾𝙏》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora