Los bombarderos se escuchaban en la noche, nadie pudo dormir, absolutamente nadie.
Bueno, alguno que otro no le importaba ya, si no moría por eso, moría por sed, malaria, deshidratación, insolación o alguna cosa por el estilo. El bombardeo era lo de menos. El problema eran los heridos, cadáveres.
Solo tenían botellas de sangre de 1 litro, la mayoría de heridos necesitaban 4. Eran 3 botellas, y teniendo un día malo. 3 y media, Markos sabía porque estaba ahí, porque lo llevaron, porque se enlisto voluntariamente. Y porque acepto estar en las Afrika Korps. Pero los demás creían que iba a ser fáciles repeler las fuerzas francesas, británicas y estadounidenses. Menuda mierda...Solo son 2 contra 3, y si contamos el pésimo esfuerzo italiano, se reducía en 3 contra 1.
No era problema, o al menos no lo era en los bosques, montañas y planicies de Europa, un par de Pioneers eran suficientes para dejar sin rastro una pequeña planicie. En el desierto eso cambiaba drásticamente.
La Blitzkrieg no era muy...Funcional, si, esa palabra. Funcional. De hecho, solo funcionaba en ciudades, bosques, montañas, planicies, Benelux, Polonia, Dinamarca y Francia.
-Maldita sea...Debí replantearme si estar acá o no-, Esas fueron las palabras de Markos mientras veía como su cuartel se venía abajo. Sin si quiera saber si habría sobrevivientes. Ese sentimiento de no saber si una bomba está cayendo encima tuyo llevaba a la locura en pocos minutos. Hasta a Frederik, que, junto al 2do Cabo Primero; Niklas Martinz, un alemán blanco, alto, ni muy ni tan delgado y con ojos verdes habían iniciado un escape hasta la mañana siguiente.
-Médicos, ¡llevad a los heridos! soldados, ¡prepárense si hay una contra terrestre! - Gritó Niklas.
Todos los médicos y soldados fueron a hacer lo que Niklas les dijo, la razón es que, el supuesto general murió, también en un bombardeo nocturno. Parecían robots, no les importaba morir. Y, de hecho, ya a nadie le importaba. Algunos contraían malaria y a las 2 semanas, nuevo ataúd, otros en pleno combate sufrían una insolación y fallecían. Al que más le importaban las bajas era a Janosch, ni si quiera al propio Niklas, que ya estaba un poco más acostumbrado.
-Señor! ¡¿ha visto al jefe Emil Roth?!?- Preguntó nervioso Gerrit, y no es para menos, Emil era el líder de su pelotón. A lo que Frederik responde seco-Sí, está ayudando a soldados...prácticamente muertos-.
Janis, pese a todo. Se intento mantener positivo, y...nadie, realmente nadie sabía por qué. ¿Qué positivo tiene un bombardeo? Nada, pero Janis era positivo, a un que cabreaba a Marius.
-BASTA YA DE TANTO ''POSITIVISMO'', JANIS, THOMAS, ¡ESTAMOS UN PUTO BOMBARDEO! ¿¡¿ERES INNCAPAZ DE ENTENDER QUE PUEDE QUE UNA BOMBA CAIGA SOBRE NOSOTOROS?!?- Gritó colérico Marius. Y, no es para menos, Janis tiene un positivismo enfermizo. -Cállate Marius...-Respondía triste Janis. ¿Por qué, porque se enlisto? Creía que la guerra era algo mucho más...Épico talvez. Como la Gran Guerra. Y la realidad era todo lo contrario.
-ENSERIO QUIERES QUE ME CALLE JANIS?!?, EL QUE SE DEBE CALLAR ERES TU, ¡HIJO DE PUTA! -. Chilló Marius. Que ya estaba hasta el cielo de soportar tanto a Janis. Y, a este punto. Janis y Marius despertaron la furia de Jonosch, Markos y Gerrit, que gritaron al unisonó -BASTA YA DE PELEAR JODER!, ¡AVANCEMOS AL SIGUIENTE CUARTEL SI ES QUE SIGUE EN PIE! -. Con ese gritó fue suficiente como parar a Marius y Janis. Y empezar a caminar a la otra base. Que, si son optimistas llegan en 2-3 días (Sin que alguien o algo ataque), aun así, eso no evitara infecciones en los heridos. Que estaban siendo cargados en camillas improvisadas por los soldados.
Markos se quedó atrás esperando a su jefe Emil Roth. -Maldita sea jefe, aparece...- Murmullo mientras intentaba pasar por los cráteres, cadáveres y médicos. Al cabo de unos minutos le encontró. -S-SEÑOR! -Gritó para llamar la atención de Emil, que respondió con un - ¿Ocurre algo, soldado? –, Markos suspiro aliviado y contestó -jefe, ¿queda alguien más de nuestro pelotón? – Roth se quedo en absoluto silencio para luego decir -No, ahora diles a tus compañeros que partan a las coordenadas 51°84'92"N 2°10'23.7"E. – Markos dijo - ¡Si señor! - y fue a decirle a sus compañeros.
-P-pero te dijo algo más? - preguntaba Janis mientras ponía una bayoneta a su Kar98. -No, ojalá, pero nadie le quita lo gruñón. -Dijo Schumarchër mientras contenía su risa.
-Algo típico de Emil, ni me sorprende. – Contestó Marius mientras colocaba su arma en su hombro. -Siempre fue así, ¿no? Markos, tu que lo conoces sabes si siempre fue así? – Marius dijo. -De hecho, no, o al menos no al comienzo de la guerra. En la llegada Janis me decía que parecía mas animado que en Europa. – Habló Markos. -Y, no se si sea cierto. Al menos en Varsovia o en Ardenas se notaba mas emocionado- Continuó mientras se ponía en fila para ir al siguiente punto, donde Janis le empezó a hablar, de cosas... ¿Normales? Sí, realmente cosas normales. Algo raro en una guerra, hasta que entras en razón, son prácticamente niños.
-Sabes Markos...Te considero un amigo, deberíamos, luego de esto. Ir a la universidad. O, mientras estamos en esto, robar a algún italo-francés, ¡talvez le robaríamos un jabalí! ¡O mejor! ¡Un ciervo! ¡O una gacela! ¿Tantos animales tiene Túnez? Quisiera estudiar biología...y tú, markos, ¿qué quieres estudiar? – Janis decía entusiasmado, a lo que Markos dijo – Soy analfabeta, de hecho un ex compañero me ayudo a leer la carta del señor Frederik...aunque si pudiese entrar a la universidad estudiaría arquitectura...aunque el único trabajo que conozco sea ser zapatero quiero llenar de orgullo a mi familia-. Dijo Markos con cierto entusiasmo. -Woah, yo te ayudare a leer! ¡Cuando lleguemos al siguiente cuartel te ayudare! – Respondió sonriente Thomas - ¿Fumas? -dijo Thomas mientras sacaba un cigarro y un mechero. – Uhm, a veces...si tengo estrés sí. ¿Por? – Thomas no dijo nada y le extendió 2 cigarrillos – Ten, 1 para fumar y el otro un regalo mío, guárdalo-. Markos prometió nunca encariñarse con alguien, pero con Janis, que lo conoció desde 1937, era inevitable tenerle afecto. -Janis, enserio...no te veo como un amigo, te veo como un hermano. – Habló Markos -Oh...igual Markos, eres mi hermano. -Dijo Thomas mientras prendía el cigarrillo suyo y el de Markos. -Gracias por encenderlo. -Dijo Markos mientras volteaba atrás, para luego descojonarse – Mira atrás...esos si que son inseparables -Dijo mientras señalaba a Gerrit, Jonosch y Marius, quienes estaban hablando, riendo, llorando...tantas emociones en solo unos pocos minutos. Hablaban de que harían al volver a Berlín -Ya cometieron un pecado -Dijo Janis-...Y ese pecado fue ser amigos...Quien sabe si uno de esos muera- continuó Thomas.
-Si es que tienes cojones para decirlo, sabiendo que somos hermanos de distinta familia- Dijo burlón Markos. -No lo entiendes, nos conocimos desde antes de esto...Además, ninguno de acá sabe quien morirá primero. Si tu o yo...Ojalá ninguno...Pero en guerra quien sabe-. Argumentaba Thomas.
Y así, entre charlas, risas, burlas, humo de cigarrillo, alcohol, sollozos y gritos todos los soldados fueron a lo desconocido para ellos...irían a su perdición.
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Buenas, aquí Joey Blaffter o Deux Maux. Por fin publicó esto. No quiero dar spoilers, solo os recomiendo que no se encariñen mínimamente con Janis, o con cualquier otro. ¡Espero este capítulo haya sido de su agrado, y nos vemos en la próxima!
-Deux Maux- Joey Blaffter~
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Sin Novedad en Túnez
Historical FictionAfrika Korps, o mejor dicho el ejército alemán que fue enviado a África para apoyar a los malditos italianos. Que llevan una racha perdedora desde Grecia. Schumarcher, nuestro protagonista es parte del pelotón 31 de ingenieros enviados al norte de T...