𖤐 my handsome psychiatrist- Minsung𖤐

Capitulo IX

Han no había vuelto a su casa, le dijo a Hyunjin y a sus padres que estaba bien y después no dió señales de vida.

Ahora se quedaba en casa de Minho, Han se sentía terrible por no querer alejarse de él a pesar de el daño que le hacía "¿Seré masoquista?" Se preguntaba a diario.

Jisung desde aquel día en el baño, o sea hace una semana, no se manifestaba ni por si acaso, ahora era simplemente Han viviendo la situación.

—Hannie, ¿Como amaneciste?—preguntó Minho abrazando un poco mas fuerte al menor que se encontraba en sus brazos.

—Hola Minhonie, muy bien aunque tengo un poco de calor—Dijo señalando con la mirada lo cerca que estaban, el mayor al notarlo soltó un poco su agarré, pero seguía sin ser suficiente, aún así no insistió más—¿Tu cómo amaneciste?

—Muy bien y con una muy buena vista—Dijo dandole una nalgada al menor, ambos estaban desnudos y completamente destapados.

Minho le tiraba miradas coquetas al menor, pero Han al notar esto negó rápidamente.

—Necesito un descanso, al menos no lo hagamos hoy.

—¿Acaso tu lo decides?—preguntó el mayor elevando su tono.

—Obvio que no, solo esperemos a que sea más tarde, por favor—Han acarició la mejilla de su psiquiatra para calmarlo y efectivamente funcionó—Vamos a desayunar—Luego de decir esto se levantó rápidamente y se vistió seguido del mayor.

Ambos bajaron las escaleras de la casa de Minho, Han aún no se acostumbraba del todo a estar en aquel lugar pero tampoco le molestaba.

Ambos fueron a la cocina y solo comieron unas galletas que habían en un mueble mientras ambos tomaban café.

Minho acariciaba la pierna de Han bajo la mesa, lo hacía con tanta delicadeza que parecía un toque hecho por amor.

—¿Como es que terminaste siendo mi psiquiatra?—preguntó el menor repentinamente.

—Cuando llegaron tus padres preguntando por un psiquiatra para su hijo te iban a asignar a Felix, mi compañero, pero cuando supe tu nombre pedí tratarte, aún me acordaba muy bien de ese niño menor que yo que iba a mis clases a verme sin que yo lo notara, igual en su momento nos hicimos cercanos, no podría olvidarte fácilmente—contestó tomando la última gota de café que le quedaba.

—¿hace unos años te interesé de alguna otra forma? Que no fuera la amistad, obviamente.

—Nunca Han, eras muy pequeño para mi, pero eso no significa que ahora no quiera estar contigo.

—Y si no te gustaba, ¿Por qué abusabas de mi?—preguntó Han mientras limpiaba una lagrima que cayó sin previo aviso.

—Eso es diferente.

—No lo es.

—Si, yo te deseaba Han, no me interesabas tu, me interesaba tu cuerpo— contestó con el ceño fruncido.

—¿Y ahora?—El corazón del menor latía rápidamente pero no le importaba, tampoco le importaba sentirse mareado o con dolor de cabeza, solo se centraba en el dolor de su pecho porque sabía lo que vendría.

—Aún no lo tengo claro—contestó y se paró para luego irse rápidamente de la cocina.

Para Han la forma de actuar del mayor era extraña, pero no le interesó en lo más mínimo, ahora el menor estaba creando un plan para poder conquistar a ese apuesto psiquiatra que lo había hecho sufrir por tantos años, aquel al que ahora amaba tanto, hasta el punto de dañarse a si mismo sin ningún remordimiento, todo con tal de hacer feliz al amor de su vida, aunque eso significara muerte.