ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙

222 12 2
                                    


𝙽𝙰𝚁𝚁𝙰𝙳𝙾𝚁

Después de la muerte de sus padres, los días parecían transcurrir con normalidad, se supone que así era, desayunar, escuela, volver, cenar y dormir, la misma rutina pero diferente, aunque nadie parecía querer admitir la diferencia, el tema era... difícil.

Lo primero, Gumball haora hacía todo, asumiendo más de lo que debería, pero tambien ese tema era un poco complicado.

Lo segundo, ninguno entendía lo que pasaba por su mente, actuaba extraño, ya no era el mismo, como si de repente se sintiera completamente responsable de todo lo que ocurria, incluyendo cosas estúpidas como cuando no había papel en el baño.

Y la última, según Anais, era Darwin

—Anais—Gumball saco unos platos de la repisa y sirvio el huevo revuelto/quemado en ellos.

La niña desvío un segundo la mirada y volvió a concentrarse en su dibujo de flor

—¿si?—

—¿Puedes ir por Darwin?—dijo colocando un plato de comida frente a ella para después desamarrar su delantal—creo que ya tardo demaciado.

—Si, ya voy—Dio un salto para bajar de la silla y salió rápidamente de la cocina hacia la habitación de su hermano mayor.


>Mientras tanto con Darwin<

Darwin se está arreglando para un día más en la escuela, el accidente de sus padres fue hace más de un año.

Todo cambio tanto que ahora tiene que sacar buenas notas y evitar meterse en en problemas, el lo decidió haci. No quiere ser una carga más para su hermano, ya que desde lo del accidente se hizo cargo de el y de su pequeña hermana Anais. Queria hacer algo más para ayudarlo, pero el chico era reacio a aceptar su ayuda. Gumball aseguraba que el  terminar de estudiar y sacar una carrera, era la mejor forma de ayudarlo, Por eso decidió obedecer, incluso si se sentía algo incompetente, para no decepcionarlo y ser de útilidad.

Estaba perdido divagando cuando unos alegres golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos...

—¿Darwin?—

Su pequeña hermana Anais podía ser algo ruda y madura, por eso aveces olvidaba que era una niña, pero escuchar su suave voz era suficiente para recordarlo.

—¿que pasa?—

—¿no crees que ya tardaste mucho en arreglarte? Gumball dice que bajes, se va a hacer tarde por tu culpa—

-—Si, dile que ya voy—

—te esperamos abajo—dio otros glpecitos en la puerta como señal de que debia apurarse.

Los pasos de Anais se alejaron por
el pasillo hasta dejar de escucharse, así que Darwin volvia a estaba solo, podía perderse de nuevo en sus pensamientos y divagar mientras terminaba de amarrarse las agujetas, pero decidió no hacerlo, era poco agradable ver a Gumball enojado o triste, más bien dicho lo odiaba.

Después de arreglarse y bajar las escaleras rapidamente incluso saltando algunos escalones Darwin llego a la cocina donde Anais quien hace unos minutos parecía de buen humor fruncia el ceño, no tardo mucho en darse cuenta que la razón era una hoja llena de leche que había en la mesa.

CUATRO CORAZONES SON MULTITUD (GumballxDarwin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora