Deuxième.

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En ese instante estaban fuera de la casa. Chan había amarrado un cordel a la muñeca de SeungMin y a la suya. Según Chan, con eso se aseguraba de que, si al despertarse estaban fuera de la habitación de Chan, SeungMin y el pudieran volver a estar juntos.

Decidieron toman asiento en un parque que quedaba cerca de la casa del menor. Sentados sobre el césped, SeungMin jugueteaba con el cordel, enredandolo en sus dedos. Cuando lo puso enredado en su meñique, cambió de color a un bonito rojo intenso. El, ahora, pelirrojo—Minho lo había obligado a teñir su cabello al ganar una apuesta — decidió mantener la calma, sabiendo que en el mundo onírico cualquier cosa podría pasar. Como el hecho de que, cada que Chan quería, conseguía que la ropa de SeungMin cambiara a una escogida por él.

Chan miró la cuerda atada a su mano y sonrió. Tenía pequeñas sospechas de lo que podría estar pasando, pero no tenía ninguna manera de confírmalo. Solo quedaba esperar.

Por supuesto, el menor no lo iba a dejar así. Hizo una nota mental, rogando no olvidarlo, para investigarlo al despertar.

Chan, como cada que tenía oportunidad, se volteó y enredó al cachorrito—como solía decirle de cariño— en sus brazos, quedándose en esa posición hasta que la alarma de SeungMin inundara el lugar. Con un suspiro, Chan besó la mejilla del menor.

Y, sin darse cuenta, ya se encontraba despierto.

Puso la mano sobre su mejilla, sintiendo los labios del mayor ahí todavía. Sintió el lugar caliente, incluso.

En cuanto estuvo listo, desayunando mientras esperaba que su Hyung pasara a recogerlo, SeungMin decidió investigar.

Abrió Naver y, no sabiendo como hacer la pregunta, divagó un rato.

"Sueños compartidos"

Le aparecieron un inmensa cantidad de resultado. Aunque leyó algunos, no fueron realmente útiles. Cambió sus palabras, intentando obtener mejores resultados.

"Comparto sueños con alguien ¿Que significa?

Entre los primeros resultados, había un post que llamó su atención.

Hablaba sobre las almas gemelas. En el texto contaban la historia de un pareja que se conoció por medio de sueños. Suelos lúcidos en los que ambos eran participes.

¿Sería posible?

Sintió su pecho palpitar al seguir leyendo el texto.

"Estábamos hechos para encontrarnos. Estábamos hechos para estar juntos, amándonos como solo nosotros podríamos hacerlo. Pero, ¿Qué pasa cuando la vídeo se opone a encontrarte con tu destino? Bueno, el destino obra.

Fue así como nos conocimos: ninguno de los dos sabíamos nada del otro. No teníamos manera de conocernos. Una noche, fuimos a dormir; estábamos a miles de km de distancia, sin siquiera saber de nuestras existencias. Pero, sin saber cómo o porqué, fuimos llevados allí: el lugar en el que nuestro amor florecería. Éramos los dos, en un amplio lugar. No fue raro, la primera vez. Tal vez si me enamoré un poquito, pero ni al caso. Seguimos viéndonos. Una semana, dos semanas, dos meses. El tiempo pasaba y solo anhelaba la llegada de la noche para encontrarme con aquél hombre que me hacía sentir viva mientras dormía.

Fue un día, después de que lleváramos cinco meses viéndonos por medio de sueños que, una noche, él no apareció. Estaba aterrada; ¿Y si ya no volvía a verlo?

Para sacarme eso de la cabeza, decidí buscar lugares que nunca había visitado en mi ciudad... ¿Saben que vi? Aquél lugar de mis sueños. No pude resistirlo. Partí casi al instante, sin dudarlo. Llevé a mi mejor amiga conmigo, para no perderme. Después de recorrer el lugar un buen rato, me di cuenta de que había perdido a mi amiga. Me devolví en mis pasos y, justo en el lugar en el que aparecí por primera vez en mis sueños, estaba él.

Onírico -ChanMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora