AlexGonzZa x TN Amor Inmortal

Capitulo 4 AlexGonzZa

Narra T/N

Me dolía la cabeza, no se que está pasando, me movía a los lados, sentía el movimiento. Todo era oscuro hasta que poco a poco la luz fue llegando, abrí los ojos.
¿Que estaba pasando?
A mi lado había alguien cargando casi la mitad de mi cuerpo en su regazo. Quise voltear pero aún la imagen era muy confusa.

-Tranquila, todo estara mejor- Susurró el chico

Quise hablar pero me dolía la frente, me quejé.

-Oye oye no te muevas, ya casi llegamos -me acarició el cabello.

Entre cerré los ojos esperando enfocar más, hasta que mi vista se recuperó, y mis ojos no daban credito a lo que vi, era... AlexGonzZa.
Muchas preguntas vinieron a mí, pero no podía pensar en nada claramente. De la nada todo se veía por escenas, estabamos en un coche, el chofer le preguntaba por mi estado, había otra mujer adelante, luego el coche se detuvo, me sacó de dentro y me cargó en sus brazos por unas escaleras.

¡Gonzza me estaba cargando, mí AlexGonzZa!

Y fue ahí que mi cabeza se despertó.

-Alex... -susurré

Él se detuvo. Aproveché ese momento para decirle que me bajara, no sabía que estaba sucediendo.

Suavemente me dejó ir y mis pies tocaron el suelo, no todo me dolía, solo la frente. Miré el lugar, conocía este lugar, era donde él vivía.
Puso su mano en mi espalda y me invitó a seguir caminando, lentamente. Me sentía rara, cansada.

Llegamos a la entrada de su casa y Sacó las llaves de su pantalón para abrir la puerta. Entró y yo entré detrás de él. No estaba muy segura de esto. Yo hera una chica muy penosa y tímida.

El me miró. Bueno, eso ví de reojo.

-Entra-dijo

Entré, pero seguía viendo el suelo mientras jugaba con mis manos, estaba intranquila.

-Voy por algo para limpiar tus heridas -Me dijo y desapareció por los pasillos.

¿Heridas? Busqué en mi cuerpo buscando una raspadita, entonces al tovar mi frente gemí del dolor, creo tengo una abertura, y al ver mi mano también sangraba, seguramente al tirarme al piso hizo que me lastimara.

La figura de aquel hombre se hizo visible acercándose a mi con alcohol y algodón en manos. Me daba vergüenza verlo por lo que no alcé la cara en ningún momento. Me sentó en una silla y el se sentó en otra enfrente de mí. Me tomó la mano y la curó.

No podía evitar sentirme nerviosa con su tacto, era como revivir un momento lindo cada vez que sus dedos rozaban mi cuerpo. Una y otra vez...

-Ese malparido no te volverá a tocar, y si se te vuelve a acercar lo mato, que te juro que lo mato. -Me apretó la muñeca en eso último.

-Aa-h -Me quejé

-¡Lo siento T/N! Embeces no mido mi fuerza.

Yo no quise decir nada, no sabía que decirle.
No podía ni creer que esto estaba pasando, él me había traído aquí, ya no me había colado yo. Me estaba curando mis heridas, no solo las físicas, sino todo lo malo que me pasó en el día.
¿Acaso era un ser mágico? ¿Y su poder era este, quitarle sus malos momentos a las personas y hacerlas sentirse felices con su compañía?
¿Quien eres AlexGonzZa? Y porque eres tan maravilloso...

-¿Gustas comer algo o prefieres que te lleve s tu casa? o donde se que te estes quedando -Alex se paró.

La realidad golpeó mis pensamientos y mi nube de encanto se desvaneció. No tenía donde regresar.

-El sujeto que golpeaste era el tío de la chica con la cual me quedaba, así que te acepto la cena, pero tengo que regresar a ver cómo me va...

Gonzza se puso inquieto. ¿Será que no me quiere pichar unos tacos?

-Bueno con esa cara ya dime qué agarre mis chivas y me vaya -Me levanté yo también

Alex puso sus manos en mis hombros
-Nononono, siéntate -me hizo sentarme nuevamente. -Yo voy por algo de comer pero tú te quedas aquí, okey? No quiero que vuelvas donde ese tipo. -Su voz se puso mas determinante en esa última oración.
Y sin más salió de la casa.

(Deja de narrar T/N)

Se quedó sola, ¿De verdad estaba pasando esto? Se pellizcó varias veces pero no despertaba. Alex estaba totalmente diferente, nada que ver con la última vez que se vieron.
Y esto pasa justo cuando se iba a ir, estando dispuesta a dejar a Alex en el olvido, pero terminó en sus brazos y ahora estaba en su sala esperando a que llegue con los tacos. Definitivamente cuando algo es para uno, aunque intentes escapar, llegará sin importar que pase mucho tiempo.