19

5 2 0
                                    

¿porque la persona que te dice que te ama, es quien más te destruye? ¿Acaso anotaste todo lo que te decía que me dañaba para dar en el blanco? Tomaste mi corazón y lo utilizaste a tu manera... Quería confiar en tí y me demostraste tu peor faceta.

¿Y entonces quién es el monstruo en realidad?¿Él o yo?...

Siguieron con las pruebas, sacando escamas de mi cuerpo, tomando fotos en todo momento y anotando en una libreta, está vez no me lastimaron, me sorprendió ya que desde que me encerraron aquí lo único que han hecho era dañarme, pero está vez fue diferente... Aún así tenía que seguir callada mientras buscaba la manera de salir de este lugar, tenía que regresar a mi hogar, a mi casa... Luego pensaría en como vengarme.

Los días pasaron y él no aparecía, las heridas que me hicieron mientras él estaba presente empezaron a sanar y yo empezaba a tener más fuerza, pero no era suficiente... necesitaba sanar un poco más para poder salir de aquí.

Sabía el poder que tenía y el daño que iba a ocasionar si lo utilizaba, pero no sabía hasta que nivel podía llegar y era momento de demostrarlo, volví a tener forma de humana, era la hora de descanso de ellos y en cuestión de segundo logré desatarme de las cadenas que me habían colocado para que no me escapara, pase por los pasillos con toda normalidad, los de seguridad me vieron y sin pensarlo hice que se elevarán hasta tocar el techo para luego hacerlos caer con brusquedad haciendo que se fracturen sus extremidades, mis ojos empezaron a cambiar de color a un tono rojo fuego... Seguí caminando y me encontré a quienes me hacían las pruebas, solté una risa viendo sus caras de terror, intentaron detenerme con sus armas y fueron como cosquillas a mi cuerpo, mire a uno y sin medir lo que hacía empecé a doblar sus extremidades, hasta ver cómo todo su cuerpo se partia en pedazos, lo solté y mire a los demás haciendo lo mismo para luego salir, las alarmas empezaron a sonar pero no me importó, fue cuestión de un chasquido de mis dedos para hacer que esas alarmas se destruyeran en segundos.

Era hora de regresar a casa, al salir seguí caminando con la irá invadiendo mi cuerpo, sabía que no podía hacer que más personas me vieran en ese estado, así que cuando no ví a nadie empecé a calmarme, seguí caminando y de nuevo veía las calles, ya no me daba miedo, ni los sonidos, ni las personas a mi alrededor, pero aún así necesitaba tener a mi irá encerrada dentro de mí o destruiría todos mis planes de mi venganza.

Lucas, prepárate, que regresaría por tí y no de una forma cariñosa, te metiste con la sirena equivocada.

Ver el mar me trajo tranquilidad, camine hasta el fondo y en pocos minutos me convertí de nuevo en sirena, nade sin rumbo, tratando de buscar a mi familia, llendo cada vez más fondo, por primera vez, ver a mis padres me trajo paz, ví que estaban bien, los abrace y fui con ellos.

Entre La Tierra Y El Mar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora