Gracias por estar ahí

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Antes de nada: TODO ES FICCIÓN, esto no ha pasado en la vida real :)

♥️♥️♥️

Nieves llevaba casi media hora intentando convencer a su hijo de que fuera ese fin de semana al pueblo donde sus tíos habían alquilado una casa rural para pasar unos días en familia como hacían casi todos los años.

El año pasado Juanjo ya consiguió librarse gracias a que tenia una escapada preparada para ese mismo fin de semana y sabía que este año no iba a ser tan fácil librarse pero no por ello lo dejaría de intentar.

-Puedes traer a Martin si quieres — dijo su madre intentando convencerlo con su últimos recursos

-Mamá no se si te acuerdas de que Martin es mi novio y tanto los tíos como papa no son excesivamente abiertos en ese tema. Además no voy a obligarle a ir a un sitio donde puede llegar a pasarlo mal.

-Eso quiere decir que tu por lo menos si que vendrás, ¿no?

-¿Tengo otra opción? — preguntó Juanjo resignado — Llevamos media hora discutiendo sobre esto y veo que no llegamos a ningún sitio.

-Bien, ya sabes la fecha así que espero verte aquí — dijo su madre feliz por haber conseguido su objetivo — Puedes traer a Martin si quieres, de verdad. Tengo muchas ganas de verle y sabes que Javier también. Ninguno de nosotros tiene porque decir nada si no queréis.

-No voy a obligarle a ir — Dijo Juanjo, y en ese preciso momento la puerta del piso se abrió y Martin entró por esta con dos bolsas de la compra, este le sonrió antes de irse a la cocina a descargar — te llamo después vale mama que acaba de llegar Martin.

-Salúdalo de mi parte, y ya me dices que vais a hacer al final.

-Sí mama, adiós — dijo él colgando

Juanjo se sentó en el sofá que tenia detrás, soltando un suspiro, mientras escuchaba de fondo como Martin ordenaba la compra en la cocina. De normal hubiera ido corriendo a saludarlo y ayudarle pero en vez de eso se paso las manos por la cara en un gesto de desesperación.

No tenia ninguna gana de dejar Madrid, donde se había mudado desde Zaragoza cuando empezó la carrera, hacía tres años, y donde conoció a Martin un año después cuando él se mudó desde Bilbao, también para estudiar). Y tampoco tenía ganas de dejar a Martin, porque si el le decía que no quería acompañarlo no iba a obligarlo y menos sabiendo que su familia nunca había sido muy abierta de mente.

Desde que se mudó a Madrid, hacia ya tres años, el tema de volver a su pueblo siempre le había generado un poco de ansiedad. Fue cuando se mudó que fue consciente de la crisis existencial por la que estaba pasando sin darse cuenta, pero poco a poco y con ayuda, la consiguió superar y por eso volver a su pueblo le removía todos esos sentimiento y le hacía pensar que iba a volver a estar como antes, y él no quería eso.

Toda su vida había luchado consigo mismo, le costó mucho aceptar que le gustaban los chicos porque en su familia siempre había escuchado que estaba mal, él buscó información, preguntó y lo habló con su madre la cual le dijo que pese a que en su familia escuchara que no estaba bien era mentira, y él podría querer a quien le diera la gana. Aún así nunca consiguió disfrutar libremente de su sexualidad, porque tenía miedo, en el pueblo se conocía todo el mundo y eso era lo que menos necesitaba.

Por eso cuando se le presentó la oportunidad de estudiar en Madrid la aceptó sin pensarlo, por mucho que quisiera a su familia necesitaba salir, alejarse y encontrarse.

Allí en Madrid conoció a Bea y Álvaro los cuales des del primer momento lo apoyaron y ayudaron en ese proceso de sentirse más libre y quererse a sí mismo, Martin fue el último empujón que él necesitaba, alguien que le demostrara que mostrar lo que sientes no está mal y que hay que vivir como si fuera el último día.