|Capítulo O1|

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Era una noche estrellada y un grupo de amigos descansaban de una larga búsqueda de un hanyoi araña y los fragmentos de la Shikon no Tama

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Era una noche estrellada y un grupo de amigos descansaban de una larga búsqueda de un hanyoi araña y los fragmentos de la Shikon no Tama.

Todo era silencio, pero no uno incómodo, sinó cómodo y relajante y. Es bueno, pues así repondrán las energías para mañana.

InuYasha vigilaba la zona desde un árbol, por si había enemigos. Aunque no podía bajar la guardia pues nadie sabe que peligro los está acechando en las noches, esperando a cazarlos uno por uno.

—InuYasha duerme un poco, deberías descansar —el monje quien aún estaba despierto intenta persuadirlo.

—No digas bobadas Miroku, ese mal nacido de Naraku puede aprovechar en cualquier momento y atacarnos —argumenta el hanyoi.

—Si tú lo dices mi buen amigo, está bien —. Poco a poco cierra los ojos intentando dormir.

— Está bien —. Cierra los ojos, pero todavía en alerta por si pasa algo.

No sabían ellos que Kagome no dormía, esperando a que se durmieran o InuYasha fuera a un encuentro con Kikyō. Horas después una Shinidamachu aparece en busca de InuYasha. Cual no pierde el momento de ir tras de ella sin antes decir estas palabras.

—Lo siento —susurró pensando que nadie lo escuchará esperando que se lo lleve el viento.

Kagome escuchó aquellas palabras. No se siente dolida porque se vaya con Kikyō, pero decepcionada porque se va y los deja sin protección. Hipócrita, por decir que los protegerá. Pero, quién era ella para decirlo si se va caminar por el bosque dejándoles solos. La hipotenusa será.

—InuYasha eres libre de tomar cualquier decisión que dicte tu corazón no soy más esa niña inmadura —. Se levantan para caminar perdiéndose en la espesura del bosque.

Camino a paso lento, dejando que el viento de la noche refrescara. Es relajante y refrescante.

Miraba el cielo adornado por pequeñas luces

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Miraba el cielo adornado por pequeñas luces. Es hermoso, es una lástima que ya no se vean en mi época. Sigo recorriendo por momentos y llego a un lago cristalino cual lo alimentaba un fina cascada, es bella. Sumergirse los pies en la orilla es apetecible. Un sentimiento extraño me acariciaba, siento que me observan.

Un amor en el bosque |Sesshome|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora