Take Me Home [KookTae] Omegaverse [1]

Capítulo Diez

—Una disculpa grande Jungkook, por hacernos pasar una situación así, solo falta que mi padre venga y me vea la marca, literalmente es capaz de llevarte a rastras al registro civil para casarme contigo— dijo éste mientras sostenía una taza de té con sabor a arándano el cual era especial para celos de omegas, ahora ambos tenían puestas pijamas, obviamente el azabache tenía puesta la pijama gris que era perteneciente al padre de Taehyung.

—Fue inesperado pero no me arrepiento, el celo nos cegó a fin de cuentas, pero ya estamos bien— él omega asintió para mover su silla de ruedas automática cerca de donde el alfa estaba preparando la comida ya que eran alrededor de las 5 de la tarde, aún le dolían sus genitales debido al grosor del nudo del alfa, era un dolor que podía soportar ya que solo estaba en su silla de ruedas porque no necesitaba pararse, no podía, la última vez que lo había hecho se había caído frente a su hermana Minji, su cuerpo no conectaba a sus piernas para caminar, mucho menos para mover los pies ya que en los primeros meses de recuperación del accidente en su adolescencia tuvo que tener pequeñas sesiones para no perder las piernas literalmente ya que por falta de movilidad había mayor riesgo a una amputación, esas sesiones hicieron que moviera las piernas pero no hacerlas capaces para estar de pie muchos segundos ni poder caminar, tal cosa le llevaría años hacerlo.

—También se que mi lobo quiere un hijo adoptivo me lo acaba de decir, porque en su vida pasada su madre había fallecido al nacer y su padre no lo quería técnicamente era como si estuviera solo en este mundo, fue triste que me contara sobre mi vida pasada, él puede desbloquear los recuerdos pero no lo hace, no quiere traumarme, también me dijo que tiene la historia de como conoció a su alfa en su primera vida, es increíble, fue en la antigua Corea, tú eras un príncipe y yo una omega de sexo femenino, no me quiso dar detalles ya que en esa vida no pudieron estar juntos debido a las castas, sabía que venías de la realeza Jungkook, tu sangre es pura, como la de los príncipes— el alfa volteó a verlo con una leve risa.

—Eso ya lo sé, los sangre pura también estamos diseñados para matar con propia mano, pero ya no estamos en división de castas, los sangre pura eran escasos en esos tiempos por el linaje tan fino que poseían, ahora somos como un alfa normal solo que con ciertas habilidades más fuertes— se agachó para darle de comer algo de Pudín que había preparado caseramente con cacao y chocolate en polvo que tenía en unos frascos de cristal.

—Prueba, hice Pudín con lo que tienes en tu cocina— ordenó a lo que él omega no se negó, degustó aquel postre como algo maravilloso, ya que el pudín que comía era el del supermercado. —Es nuestro postre, hoy tenemos una cita en el comedor— el castaño se sonrojó entendiendo perfectamente que era parte del cortejo del alfa y vaya que le estaba gustando ser atendido así, se sentía único y especial ante los ojos del alfa.

—Literalmente tuve un sueño así, soñaba ser alimentado por mi alfa— soltó un grito de emoción, Jungkook se sentía gratamente halagado por Taehyung.

—También preparé aros de cebolla con puré de papas, ensalada, para que recuperemos fuerzas de lo que gastamos ya sabes...— éste se sonrojó recordando que hace unas dos horas atrás estaba bañándose con él omega y mucho antes habían tenido sexo.

—Q-quiero que lo hagamos otra vez, pero esta vez consientes— el azabache casi se ahoga con su propia saliva al oír aquello saliendo de su boca tan repentinamente.

—¿Q-que?, Tae... yo... hehe— éste se puso nervioso, tenía miedo nuevamente a despertar a su lobo y no recordarlo otra vez.

—Bromis— el castaño comenzó a reírse y el alfa se puso de rodillas al suelo tocándose su pecho el cual palpitaba rápidamente. —Obviamente no podemos, estamos sensibles por el celo aunque estemos medicados, en destinados los neutralizadores funcionan muy poco en el celo, solo son efectivos un 50%, el mínimo contacto íntimo nos haría volver a sentir calor y con ganas de aparearnos otra vez— el castaño terminó su té y se lo cedió a éste junto con el plato de pudín.