Apenas amaneció Madara se levantó para prepararse para la misión, recargo su pergamino de armas y se vistió para salir, fue al comedor donde ya estaba Izuna comiendo.
--¿Ya te vas onii-san?
--Comeré algo y me voy ¿Dónde está padre?
La cara de Izuna se oscureció–padre no se ha podido levantar hoy, hizo mucho esfuerzo ayer, yo le dije que descansara, ya todos sabemos cuales son nuestras tareas, por cierto, dijo que quería hablar contigo antes de que te fueras.
--Vale, comeré y lo iré a ver.
--Oye, onii-san ¿Qué clase estabas viendo con Maza–san que tardaste tanto?-- preguntó curioso, inclinando la cabeza hacia un lado.
Madara agarró un grueso rollo de pergamino que había en el suelo y con el, golpeó fuertemente la cabeza de su hermano -- Oye, ¿por qué?--No seas entrometido, son cosas de adultos, cuando seas grande lo sabrás.-- se levantó y se fue a la cocina a ver que se podía preparar. Mientras tanto Izuna sobaba su cabeza y refunfuñaba "Ya tengo 12, soy un hombre."
Después de comer dudó de si pasar por la habitación de su padre o no, pero sabía que si no lo hacía el regaño sería peor, subió las escaleras y fue hasta el primer piso a paso lento, hablar con su padre no es algo le gustara realmente, podría vivir tranquilamente sin escuchar los regalos y órdenes de su padre. Tocó la puerta, pero nadie contestó, volvió a tocar y escuchó su voz diciendo le que pase.
--Madara, al fin viniste.-- su padre, quien años atrás era un hombre fornido y vigoroso, hoy no era más que un cuerpo delgado y débil acostado sobre un futón-- Quería aprovechar tu ida al pueblo del este para avisarte *¡Cof! ¡Cof!* que consiguieras una joya que ofrecer a la mujer que escojas para ser tu esposa.
--¿Qué, de qué hablas? Yo no he elegido esposa aún.
--Hijo, mira las condiciones que estoy, no duraré mucho y tú eres el futuro del clan, ten-- de abajo de la sábana sacó una bolsa que por el sonido supo que estaba llena de monedas-- usa esto para comprar la joya, agradarás más a Naomi así.-- eso sin duda alertó a Madara.
--¿Quién te dijo que yo iba a escoger a Naomi? Ella no me gusta de esa forma.
--¡Es la mejor opción para el clan!-- reclamó en un grito- es la mujer más fuerte del clan, es una Uchiha pura y es respetada y temida por nuestros enemigos. Es la que escogerás.
Esa fue la gota que rebasó el baso, Madara solía ser paciente y desde lo de Hashirama nunca quiso darle otro disgusto a su padre, pero esto sí que no lo va a permitir. Con una voz profunda tratando que contener su ira y con sus ojos rojos por su sharingan le dijo a su padre-- Te he permitido muchas cosas que nunca debí permitir, pero no significa que mi paciencia no tenga un límite, como futuro lider del clan yo tomaré la decisión de con quien me caso, tú limítate a ser un observador.-- Se levantó con la bolsa en la mano y caminó hacia la puerta.
--¡¿Cómo te atreves a hablarme así?! ¡¿Acaso no recuerdas quien soy?!
--¿De qué te sirve ser quien eres, si ni siquiera puedes levantarte y defenderte?-- Y sin esperar a que el otro respondiera, salió y cerró la puerta. Estaba arto de su padre.
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Mirandose frente al espejo, la joven mujer bufaba molesta con su reflejo, miraba sus ojos sin maquillar, sus labios sin color, sus orejas sin ornamentos y la tela de su velo era pobre y barata, siempre odió esa etiqueta, barato, siempre estuvo acostumbrada a los lujos y la riqueza, haber sido la consentida de sus padres no ayuda en esta situación, ellos ya no están, y no volverán nunca más.
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DESEO
FanfictionMadara siempre fue un hombre muy calculador, como no, si de eso dependía su vida en el campo de batalla y pocas veces se dejaba llevar de sus emociones, pero con ella era distinto. Nunca supo por qué no podía dejar de mirarla, nunca supo por qué su...