𝖿𝗂𝗋𝗌𝗍 𝗅𝗈𝗏𝖾, 𝘁𝗼𝗺 𝗸𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇

act three

luego de ése suceso tan incómodo, me fuí a dormir con las ideas algo alborotadas

estaba segura de que no había nada más que una enemistad entre nosotros, pero por unos segundos deseé tanto ese beso, porqué?

la razón principal por la que tom kaulitz me cayó mal desde un principio fue por su descarada manera de ser un cretino, mujeriego y engreído

que cambio? si desde el día uno lo único que hacía era coquetearme y tratar de que caíga en su red de seducción

aún tenía la postura de que no era la clase de chico que me gustaría tener cerca, pero ya no sé sentía igual

ese deseo impuro de querer probar sus labios no me dejaba dormir en paz, miles de preguntas pasaban por mi mente..

porque tenía tantas ganas de besar al idiota de tom kaulitz?

fue lo último en lo que pensé antes de quedar rotundamente dormida.

(...)

era una tarde como cualquier otra, hacía unas semanas mi vida había cambiado drasticamente y ahora me encontraba en casa de mi primo, en alemania.

el timbre sonó, mi tía no estaba en casa y georg se encontraba en su habitación, así que me levante del sillón y me acerqué a la puerta

un chico bastante más alto que yo sé encontraba parado detrás, llevaba rastas y una gorra negra, tenía ropa holgada y un piercing de metal en el labio inferior, jugueteaba con éste impacientemente.

se detuvo un par de segundos para analizarme e inspeccionarme descaradamente de arriba a abajo ─ no sabía que georg tenía una amiga
tan linda ─ soltó

me sonrojé al instante ─ en realidad soy su prima ─ dije entre risas

─ un gusto bonita, soy tom ─ confesó

─ agnes, me llamo agnes. ─

─ agnes de kaulitz, me encanta ─ vaya, que chico tan precipitado, pero no iba a negar que era algo atractivo.

─ me dejaras entrar? ─ preguntó mientras dejaba escapar una risa por mi incompetencia

─ oh sí, lo siento! ─ solté y rápidamente me hice a un lado para que él pueda pasar.

─ y georg?

─ en su habitación, ahí le aviso que llegaste ─ contesté, y comencé a subir las escaleras, pero la sensación de unos ojos clavados en mí provocaron que mirara de reojo al castaño que tenía detrás.

que carajos

recién lo había conocido y ya me estaba viendo el culo de la forma más morbosa posible, no me cabe duda de que este chico era un completo mujeriego..

que pena, era tan lindo.

─ georg tu amigo ya está aquí ─ hablé una vez que entré al cuarto de mi primo

─ tom? genial! espera, vino con su novia? ─ preguntó intrigado

─ novia? tiene novia?

─ estamos hablando de un chico con rastas y un piercing en el labio?

─ si, ese mismo.

─ entonces si, ese es tom, me sorprende que no haya venido con aurora, como sea, gracias por avisar agnes ─ contestó y salió de su cuarto, dejándome sola y confundida en el marco de la puerta

no sólo era el típico chico mujeriego, si no que también era un maldito infiel...

(...)

mis ojos se abrieron casí al instante, la habitación se encontraba iluminada por los rayos de sol que entraban de la ventana y una sensación de nostalgia me invadió, había soñado con la primera vez que conocí a tom, la primera impresión que tuve de él

después de ese día no había pensado en lo atractivo que era, prefería odiarlo y mantenerlo alejado antes que caer en sus encantos y que me termine dejando sin estabilidad emocional.

─ agnes? ─ se escuchó detrás de la puerta, era georg

me levanté de la cama y me acerqué a la puerta para abrirla, aún tenia mucho sueño.

─ buenos días georg ─ dije de forma cansada

─ buenos días primita y que bueno que ya estés despierta, solo quería comprobar si ibas a seguir durmiendo o ibas a bajar a desayunar con nosotros

─ ya están desayunando? ─ pregunté apenada

─ si boba, son las diez de la mañana

─ que vergüenza, no creí ser la última en despertar..

─ descuida, no eres la última, bill aún sigue durmiendo

una pequeña mueca apareció en mi rostro al imaginarme a bill durmiendo plácidamente, ese chico siempre se veía tan angelical.

─ bueno, me cepillo los dientes y bajo a desayunar con ustedes.

─ de acuerdo ─ contestó para luego bajar por las escaleras y desaparecer de mi vista.