Solo un juguete

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Book había notado que por las noches a las afueras de las avenidas centrales de Bangkok, había personas prestando sus servicios, pero nunca le había dado tanta importancia hasta el día de hoy luego de pasar uno de los peores días de su vida en el ámbito laboral.

Trabajar en una fábrica como ingeniero químico no era nada fácil y sencillo, mucho menos cuando tiene compañeros y colegas tan ineficientes que solo le causan estrés y problemas.

—Al ingeniero anoche no le dieron lo suficiente como para tenerlo contento.— comentarios como este los recibía a menudo después de llamarle la atención a uno que otro obrero holgazán, y detestaba esos comentarios porque su vida sexual no tenía porque involucrarse en su vida laboral.

Pero de cierta manera sus compañeros tenían razón, le hacía falta desquitar todo en la cama, pero ni siquiera tiene una pareja como para disfrutar momentos íntimos o románticos. Todas las parejas que ha tenido simplemente no terminan por convencerlo después de una tercera cita, eran demasiado aburridos.

La última vez que tuvo relaciones fue hace tres meses con un tipo del que ni siquiera recuerda el nombre.

Kasidet siempre se enfoca en el trabajo, porque para él no existe nada más importante que rellenar su cuenta bancaria con números a base de su arduo esfuerzo y dedicación.

El reloj digital sobre el tablero de su automóvil marca las 12:42 de la madrugada o más bien el comienzo de un nuevo día, pero eso no le importa.

Sus ojos recorren detalladamente las calles en las que siempre a visto a mujeres en cortos vestidos y a hombres con minifaldas o pantalones cortos, sin embargo no está interesado en una mujer, ni en los hombres Kawaii, no son su estilo. Por ello decide seguir manejando y observando lo que hoy podría llevarse a la cama.
Obviamente sería más fácil acudir a algún bar y obtener lo que necesita, como todas las veces anteriores, sin embargo hoy ni siquiera tiene ánimos como para perder el tiempo en una barra tomando un trago esperando a que alguien se le acerque.

Obviamente sería más fácil acudir a algún bar y obtener lo que necesita, como todas las veces anteriores, sin embargo hoy ni siquiera tiene ánimos como para perder el tiempo en una barra tomando un trago esperando a que alguien se le acerque

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—Estoy cansado de esperar un taxi.— Fluke Pusit se queja, este es el otro lado de la moneda.

—Solo relájate, en cualquier momento puede pasar uno por aquí.— un hombre alto y muy bien parecido le contesta a su amigo.

El auto en el que ambos viajaban ha presentado fallas y el seguro no puede enviarles un mecánico de la empresa porque es de madrugada, por ello deben esperar con paciencia a que un taxi o alguien se apiade de ellos, pues la batería de sus celulares se terminó después de filmar varias IGs mientras estaban en una grandiosa fiesta.

—Creo que aquí no es un buen lugar para quedarnos a esperar un milagro.— el tipo moreno observa como hay personas vestidas con ropa extravagante con la cual enseñan un poco más de lo que deberían, pero esto no parece molestar a su amigo que luce sereno y tranquilo.

Un auto rojo se acerca a, disminuye la velocidad y luego de pararse el conductor toca el claxon un par de veces llamando la atención de ambos.

Force el tipo alto, músculo y optimista sonríe ante la idea de que un buen samaritano le extienda la mano, así que camina directamente al auto seguido de Fluke Pusit, su tonto amigo que parece más un Pepe grillo.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2023 ⏰

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