Esta batalla se libra en tres frentes:
Octavia Alessandro y el ejercito de la cuidad libre, cruzando el mar hasta llegar a las tierras de "___", las cuales han sido fragmentadas por la podredumbre, los ilithid, el meteorito maldito, y muchas calamidades más; Intentando derrotar al hijo maldito del gran coleccionista, el "Heredero del mundo".
Cassidy Nemuria en el Monte del fin del mundo luchando contra el "Último Cazador", aquel que asesinó a toda su familia y a quien Casidy dedicó su vida a encontrar con el único fin de cobrar venganza y permitirle a las almas de sus seres queridos descansar en paz.
Y finalmente, los héroes. Ellos deberán enfrentar al Gran Coleccionista, quien ha seguido sus aventuras de cerca, y ha estado recolectando partes de aquellos quienes caían ante ellos, creando con estos y una magia antigua y poderosa a una anomalía de la naturaleza, destinada para acabar con toda la vida sobre la tierra. Ahora, con esta monstruosidad que desafía al orden natural de las cosas suelta, deben derrotar al Gran Coleccionista con la esperanza de detener a la bestia o por lo menos debilitarla.
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Octavia:
Mis hermanos, hermanas, guerreros, adeptos, nobles, aventureros, ladrones, soldados, granjeros, profesores, eclesiásticos, y todo aquel que haya tomado la iniciativa de luchar para defender el último bastión de libertad sobre esta tierra... Les agradezco, y les aseguro que su valiente hazaña no será olvidada.
Debo decirles la verdad, es muy probable que muchos no salgamos con vida de esto, me incluyo. Nuestro enemigo ha creado una bestia mezclando una parte de cada monstruosidad que puedan pensar... Robamentes, demonios, muertos vivientes, seres del plano de las sombras, criaturas que solo habitan en nuestras pesadillas...
Esa criatura está ahí afuera, y está llendo hacia una fuente de poder inmensa, y si la obtiene, tendrá suficiente poder para destruir el mundo tal y como lo conocemos...
Nuestro deber, es evitarlo a toda costa, no importa los sacrificios que deban hacerse...
Si alguien quiere darse la vuelta ahora, les aseguro que no serán juzgados, nadie los culpará de nada ni cargarán con ninguna penuria...
Quienes hayan elegido quedarse, subiremos a estos barcos, cruzaremos el mar, y llegaremos al lugar donde el combate se desatará, no tendremos refuerzos ni apoyo externo, seremos la última barrera entre ellos y la aniquilación total de la vida.
Octavia mira a todos los presentes con orgullo.
Ahora pues, yo, como líder del gremio de las nueve espadas, los declaro caballeros honorarios. Gracias por su cooperación, den sus últimos adioses a sus seres queridos y amistades, zarpamos en 10 minutos.
Octavia hace una seña a un soldado para llamar su atención.
Soldado, ¿cuantas personas vinieron?.
Soldado: Son alrededor de 6000, no quedaban muchos miembros del gremio después de la podredumbre, pero reunimos a todos los que pudimos además de los voluntarios.
Octavia mira hacia el horizonte, llena de desesperanza en su corazón pero manteniendo la compostura.
Octavia: No somos suficientes, no lo lograremos...
Aún así, debemos intentarlo.
Soldado: Si, señora.
Octavia detiene al soldado de subir al barco.
Octavia: Tu no...
Soldado: ¿Porqué me prohibe luchar a su lado?
Octavia: Eres un buen hombre...
En caso de que no volvamos, asegúrate de sobrevivir, y cuéntale esta historia a tus hijos, y que ellos se la cuenten a sus hijos...
De este modo, aunque sea nuestro final, la esperanza de que algún día derrotemos a esa cosa vivirá eternamente...
