Después de cinco años Akeboshi Reo un chico de 17 años adoptado años atrás por Maruo Nakano, para algunos con una actitud "peculiar" regresa a Japón después de que un trágico accidente le robara su memoria, sin otra opción tendrá que recuperar todo...
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El insomnio es una mierda... Eh pasado las últimas horas mirando el techo de la sala buscando un rastro de sueño que me obligue a dormirme
Reo: Menuda mierda...
Levantandome me dirigí a la cocina por un poco de agua pero del el piso superior una tenue luz salía por debajo de la puerta de la habitación de Miku
Reo: Venga da igual, no es tu problema
Trate de convencerme, pero... Sería una buena oportunidad de que al menos alguien me dejara de tratarme como mierda...
Reo: Oye Miku, ¿Quieres un poco de agua?
La puerta estaba abierta y tome la libertad de abrirla sin antes tocar, al invadir el interior de la habitación de Miku está se encontraba jugando con su consola pero el juego que se reproducía en el aparato...
Reo: ¿Generales del periodo Sengoku? - confundido interrogue
Tras escuchar el pequeño rastro de mi voz ya que tenía conectados sus audífonos Miku giro su cuerpo a mi dirección, al percatarse al fin de mi presencia el fulgor carmín de sus mejillas no se hizo esperar demostrando que sentía vergüenza que descubriera sus gustos
Miku: ¿¡Reo!?, ¿¡Acaso no sabes tocar la puerta!? - quitando sus audífonos de sus orejas
Mierda esto es malo si le digo que entre sin avisar esto será peor la única manera de salir vivo de esta es... ¡Mentir!
Reo: Claro que toque tu estabas tan perdida en tu extraño juego que no me escuchaste
Miku: ¿¡Extraño!? - un claro tono de enojo se hizo evidente - ¡Largo!, ¡No tenías porque entrar!
Reo: Claro e ignorar la clara luz que tú habitación emana
Miku: ¡Largo!
Un portazo sonó a mis espaldas, de nuevo lo había arruinado....
La mañana siguiente era tensa por así decirlo, toda la mañana Miku no me dirigió la palabra yni siquiera la vista al parecer realmente está molesta conmigo.
