XI
El niño no esta bien, Leonor quisiera sacarlo al campo, para lo cual Julián se decide a pedirle $30.000 de las ganancias del "ADIÓS MI PLATA".
Gutiérrez le informa que debe traer un poder de Míster Davis, pues las acciones están a nombre de él.
-Es que Davis está ausente- explica Julián.
-¿Dónde esta ahora el señor Davis? ¿En Valparaíso?
-Si
-Que le extienda un poder...
Julián se retira furioso sin poder explicar que el dinero es de él, que él es Davis, y se decide a obtener engañando a algún notario en Valparaíso.
Siente que Davis se esta acercando, teme que quiera quedarse en Santiago algún día.
X
Viajó de noche en tren a Valparaíso, pero no pudo dormir pues su conciencia le recriminaba por tratar de falsificar un documento.
En un restaurant pregunta por un notario viejo y se dirige a la notaria, se colocó unas gafas para no ser reconocido.
En la notaria:
-¿Está el notario?
-No ha llegado
-Necesito una escritura ¿podría estar lista hoy en la tarde?- Julián saca algunos billetes y se lo entrega al empleado.
-Si señor, alcanza a estar ¿para las 12?. Creo conocerlo –comenta el empleado- usted es el señor....?
-Walter Davis
-¡Ah! Si, ¡Claro!
Entonces Julián se decidió, ya tenia medio camino hecho.
-La escritura puede esperar, necesito un poder para Julián Pardo ¿alcanza a tenerlo antes del almuerzo?
-Hasta luego.
A las 11:30 el poder estaba listo, David firma y el notario timbra autorizando todo sin problemas.
Julián estaba feliz, se sentía un súper héroe, se sacó los lentes y los rompió. Se dirigió rápidamente a Santiago y entregó el poder a Gutiérrez quien emitió el cheque.
-¿Y el señor Davis que le ha dicho?
-Nada, que liquide.
-¿Quiere liquidar todas sus acciones? Pero van a bajar de un modo horrible.
-No importa.
Se fue a su casa alegre con el cheque en el bolsillo, abrazo a su hijo delgaducho y débil.
-¿Te divertiste en Valparaíso?
-¿Por qué lo dices? Fui por algo comercial con Davis ¿ves? $30.000 – mostrándole el cheque
-Davis siempre alejándote de mi.
¡Ya estaba el maldito Davis amargándole la tarde¡
XI
Julián dejó a Leonor y Nito arriba del tren.
-Adiós cuídate, no dejes de escribirme- le dice Leonor desde la ventana al sonar el pito- nada de Davis ¿me prometes?
Julián en la oficina, don Fortunato lo espera para contarle que Goldenberg le descontó 5.000 acciones del negocio aurífero y a cambio le ampliara el terreno. En eso llama Anita para invitarlo departe de Samuel a su casa a cenar.
El terreno era bajo el río, obviamente Goldenberg lo quería engañar, pero Julián no quiso opinar. Don Fortunato le encargo que le preguntara a Davis insistentemente y Julián acepto a regaña dientes, a nadie le importaba su opinión, solo la de Davis valía.
