Prologo:

178 17 0
                                    

Una breve introducción a mi... ¡¡ERICK!!

Lo admito, que no tuviese nada mejor que hacer (o mejor dicho que me había dado pereza hacer algo más) no implicaba que no bufase escribiendo por milésima vez en el cuaderno la molesta plana asignada por "el profesor". Bah, como si realmente enseñara algo además de su vida, cosa que por supuesto no venia en los exámenes y, notoriamente, no ayudaba en nada a la formación de los demás. Sí, de los demás, porque como fuese yo no le habría prestado atención.

"Yo Anik Hemman, no debo de ser grosera con los profesores ni saltarme las clases".
"Yo Anik Hemman, no debo de ser grosera con los profesores ni saltarme las clases".
"Yo Anik Hemman, no debo de ser grosera con los profesores ni saltarme las clases".

Hm, monótono, repetitivo, aburrido... ¿Qué pasaría si a la mitad lo cambiara un poquito para hacerlo mejor? Algo similar, primero a "Yo Anik Hemman, debo de ser grosera con los profesores y saltarme las clases". Para ir variando "Yo Anik Hemman, haré lo que sea para no ir a las clases", suena más a mí. ¿Tal vez "Yo Anik Hemman, quiero una paleta de varios colores o comer en las clases"?... Em, seguía faltando algo.

"Yo Anik Hemman..."
"Yo Anik..."
"Yo..."

"Anik Hemman", "Anik... Hemman...". Tanto el gesto de diversión como el de exasperación se desvanecieron en ese momento inesperadamente. De tanto pensarlas esas únicas dos palabras terminaron por seguir en mi cabeza llevándome a otro tiempo (que no era el más agradable ni de lejos), a una nostalgica versión de mi que había vivido en ese momento y no lo hacia más. "Anik Hemman", un nombre raro que había decidido conservar después de todo, un nombre tan inusual como la dueña, con mucho pasado, tal vez demasiado. Un pasado que no quería recordar pero tampoco olvidar, un pasado del que no deseaba hablar y tampoco terminaba de quedarse atrás. No era que lo odiase, pero no me fascinaba en lo mínimo, no cuando el 90% era negro o gris, menos cuando no podía hablar ni siquiera de los pequeños momentos felices con nadie... Principalmente porque esos momentos alegres llevaban a una inmediata tristeza en el presente. Es cierto, todos hemos tenido días malos, donde ya no podemos más, hemos dado todo sin que sea suficiente. Todos hemos perdido alguna vez en días lluviosos, la mayoría no tanto como yo, esa es la diferencia.

Pues al carajo con "Yo Anik Hemman"

Tanto análisis estaba atrayendo precisamente lo que intentaba evitar al haberme sentado en la cama, con libreta en mano, cumpliendo voluntariamente con labores de niños de kinder de manera excepcional. Esta mañana los recuerdos me habían abrumado lo suficiente para nublar mi pensamiento, no debía permitir que ocurriese otra vez.

No más.

Faltaba poco para las 6:30, seguía siendo sumamente temprano para mis usuales actividades igual a 15 minutos antes, cuando comencé la plana con lentitud, distrayéndome tanto como podía de la pesadilla atraída por la ligera siesta; no pude. Mi mente terminaba por regresar a ello y estaba segura seria así hasta salir, daba más pesadez mantenerme en la habitación que no consideraba realmente mía sin ruido o personas distrayentes. Suspire dejando el cuaderno sobre la cama dispuesta no solo a tomar un respiro de la aburrida tarea que nunca entregaría, sino a dejarla de lado en absoluto habiendo completado 3 páginas.
Dispuesta a irme mucho, mucho, más temprano de lo usual en un intento de matar recuerdos inmortales, me levanté de la cama, caminé hacia la ventana... y aquél reflejo en el espejo me retuvo como si de él hubieran salido brazos para sujetarme a mi lugar o en la imagen se presentara una rara especie detrás mío, no obstante ninguna de las dos cosas pasó, solo me vi a mí. Observé unos ojos azules siendo capaz de notar cuanto dolor que reflejan sobre mis constantes intentos por esconderlo, a cada hora de cada día, incluso si en ese momento no lo había pensado. La maraña de cabello desordenado a causa de el gorro de la capucha que tenía puesta caía a cada lado de los mismos marcándolos, su tono colorido por otra lucha contra el pasado más divertida en esta ocasión resaltando a la vista para imponer diferencia con quien solía ser. Y claro, nunca lo negaría, sonreí unos segundos al recordar la cara de Mónica el día que regrese con el cabello teñido tras haberlo dejado "estrictamente prohibido", a lo que por supuesto opine se podía meter su prohibición por donde más le cupiera, antes de recordar el motivo original. Azul y morado de diferentes tonos de morado del mas claro al más oscuro hasta hacerse azul y de nuevo del mas oscuro hasta el más claro, algo notorio, llamativo, alejado al color natural.

My problem is you (Mi problema eres tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora