5 relatos breves de terror para NO dormir ...de tanto Reir!

Zombies en la cárcel

Clara, la funcionaria de prisiones, estaba de pie en el control de acceso de la cárcel, repasando su lista de presos. Su compañero Roberto se acercó a ella y le dio una palmada en el hombro.

Roberto: ¡Hola, guapa! ¿Qué tal todo?

Clara: ¡Ay, Roberto! Siempre igual, que pasa zalamero. Todo está bien, gracias. ¿Tú qué tal?

Roberto: Bien, bien, aquí y allá. Unos dias mejor otros peor, depende de lo bien que me tratas por la mañana al llegar y ver tus mejillones.

Clara: ¿Mejillones? ¡Tas tonto! ¿Qué dices? Será mejillas.

Roberto:  Va a ser eso, mejillas quería decir. ¡Oye! ¿Te has enterado de lo que ha pasado en la cárcel de al lado?

Clara: No, ¿qué ha pasado?

Roberto: Que se ha liado una buena, han empezado a salir zombies por todos lados. Los presos se han convertido en muertos vivientes y han comenzado a morder a todo el que se les ponía por delante.

Clara: ¡Ay, por favor! ¿Zombies en una cárcel? ¿Estas de coña, no?

Roberto: No, no, es verdad. Al parecer, uno de los presos estaba infectado y ha contagiado a los demás. Pero no te preocupes, estamos bien aquí.

Clara: Menos mal, porque no me gustaría enfrentarme a un montón de zombies. ¿Tú crees que podría defenderme?

Roberto: ¡Claro que sí, mujer! Con tus andares de patizamba, los zombies se quedarían paralizados de la risa ¡jajaja!

Clara: jajaja Que gracioso eres ¡Anda, anda! No me hagas reír, que tengo trabajo que hacer.

Roberto: ¿Y si se nos escapa algún preso zombie? ¿Qué harías si uno de ellos te mordiera?

Clara: Y yo que sé, Roberto. Para esto no nos preparan ¿Tú qué harías?

Roberto: Pues si me convierto en zombie, espero que seas la primera a la que muerda, para que sigamos juntos para siempre.

Clara: ¡Ay, qué ridículo eres! Pero bueno, ya que estamos, ¿qué 5 cosas haríamos si nos convirtiéramos en zombies?

Roberto: Pues yo lo tengo claro. Lo primero, bailaríamos Thriller de Michael Jackson.

Clara: ¡Jajajaja¡  ¡Uff! Yo creo que antes me atiborro a comer sin parar... ¡Oh! Que gozada no pensar en las calorías o si engordas, adios dietas, que maravilla,... ¿Y lo segundo?

Roberto: Haríamos la ola, pero en vez de en un estadio de fútbol, en la calle. 

Clara: ¿Ola? 

Roberto:  Claro, Clarita. No has visto los zombies que van con los brazos caídos , un grupo de zombies hacen la ola y es como el rollo ese del efecto de las mariposas, se produce un tsunami en Japón.

Clara: Ala animal, ¡serás bobo! ¿Y en tercer lugar qué?

Roberto: umm de postre montaríamos un grupo musical, Los Zombis Felices, los Happy Zombies Sex y nos tocaríamos en todas las fiestas. 

Clara: Quita el Sex que te veo venir. El cuarto te lo digo yo. Seríamos influencers en las redes sociales, dando consejos a otros zombies sobre cómo llevar una vida plena y feliz. Y por último el quinto. Dí. ¿Qué harías?

Roberto: Pues el cinco lo tengo muy claro... No, no me mires así que no voy a rimar nada chica. El quinto: te besaré en la boca, para sentir el sabor de tus labios antes de que se pudran ummm - apretó los labios pasando la lengua por ellos.

Clara: ¡Ay, qué asco! Pero qué imaginación tienes, Robertito.

Roberto: Es que contigo, todo es posible, mi vida.

De repente, un preso comenzó a gritar y a golpear la puerta de la celda.

Preso: ¡Sacadme de aquí! ¡Sacadme de aquí!

Clara: ¿Qué pasa ahí dentro?

Roberto: Parece que se ha convertido en zombie.

Clara: Pues venga, ¡dale! Vamos a solucionarlo.

Roberto: Sí, vamos a hacerlo pero antes dejame darte un mordisquito en la yugular... ¡va tonta! No te vayas... ¡pero oye!... Hazme caso... Mira que llamo a los zombies de la cárcel de al lado.

Clara: ¡Ay Roberto! Que no son zombies, que son zumbados, como tú. Tira y no me marees más que me estan entrando ya ganas de matarte.

 Roberto: El dia menos pensado aparezco en tus sueños y te muerdo como el Miguel Jackson ese... !Ay! ¡Quién fuera zombi para morder ese lindo cuello!