Narra Amy
Delante de mi estaba una de las vistas más linda que podía observar, este lugar se habia convertido en un lugar seguro, donde solia ir cuando las cosas no salian bien, todo parecia estar en calma o almenos en ese intante se sentía de esa manera. Podía sentir los primeros rayos del sol chocando contra mi rostro, mis pensamientos y todo rastro de sensación extraña abandonaron mi cuerpo, simplemente era yo, eso me hacía sentir mejor después de todo. Amaba este tipo de momentos donde podía conectar conmigo misma. Estaba en el techo del hospital donde mi madre estaba internada, estaba haciendo un poco de frio, pero eso nunca era un obstáculo, estuve mirando el amanecer por mucho tiempo, hasta que sentí que era tiempo de regresar.
Cuando regrese a la habitación me encontré con el doctor Joseph, quien era el medico de mamá, como cada mañana estaba aquí para revisar a su paciente y ver si había algún cambio, en cuanto entre levanto la mirada hacia a mi con su típica sonrisa.
-Hola buenos días, Amy-
-Buenos días, doc - le regreso el saludo de la misma manera - ¿algún cambio?-
-seguimos igual, pero no te desanimes, ¿quieres?- asiento y suspiro - por cierto, ¿terminaste de leer el libro?- regresa su vista a lo que estaba haciendo antes de que llegará.
-claro, lo termine hace un par de Días, quizás comienza con otro después, por el momento quiero darme una pausa a la lectura, quiero concentrarme en el trabajo, después de todo necesito trabajar para seguir viviendo. - digo bromeando
-por su puesto, avisame si quieres que te recomiende algún otro, aun tengo varios que me gustaría que les hecharas un ojo -asiento- bueno me retiro, tengo que seguir viendo pacientes, cuidate Amy.
-igualmente doc- este sale por la puerta.
Comienzo a recoger todas mis cosas y las meto en mi mochila, organizó un poco el sillón donde me habia quedado dormida la noche anterior, me acerque a la cama donde se encontraba mi mamá, estaba rodeada de aparatos, tome su mano.
- nos vemos más tarde, tengo que ir a trabajar mama, no te preocupes por mi, preocupate por sanar y despertar, tengo muchas ganas de regresar contigo a casa. En verdad necesito que despiertes, mi vida hasta ahora no va bien, contigo despierta todo mejorará, bueno me voy.- suelto su mano y le doy un beso en la frete.
Salgo del cuarto, me dirijo a la salida des hospital, tomo el autobús a unas cuadras de ahí. Para mi esta rutina se habia convertido de lo más normal para mi, de la casa al trabajo, al hospital, algunas veces a la biblioteca o con la psicóloga . En este momento me encontraba camino al trabajo, este lo conseguí tiempo después del accidente, deje la escula, era complicado permanecer consentrada en estudios, pero ahora que lo pienso, creo que es algo ilógico, ya que busque trabajo para no estar pensando tonterías. Trabajo para una mujer que es muy linda, de edad algo avanzada, tiene una pequeña cafeteríaen el centro de la cuidad, el cual tiene por nombre "Jupiter", es un lugar algo popular entre estudiantes universitarios o gente en general. Cuando llegue al trabajo eran las 11:00 am, el lugar estaba tranquilo, entre directamente atrás de la barra donde estaba dos de mis compañeros.
-hola chicos- salude con ánimo
-buenos días- saludaron ambos.
Regrese la mirada para estudiar el lugar, estaba todo ordenado y limpio, las meses ocupadas con clientes estaban bien, regreso la mirada de nuevo a mis dos compañeros de trabajo, lucah y Emma, quienes están ocupados leyendo algo en el periódico. Les aviso que entrare a la cocina y que estén atentos a los clientes. Al entrar veo a nuestro chef dar vueltas por todo el lugar, cabe mencionar que solo somos tres empleados y el como chef para atender la cafetería. Cómo dije antes, esta era una pequeña cafetería.
-¿muchos pedidos Oliver?- llamo su atención y el voltea sonriendo
-no, en realidad solo estoy poniendo en orden la cocina, pero ahora que lo mencionas, te cocine algo de desayuno, conociéndote se que aún no lo has hecho, dime y te lo caliento, ¿vale?- asiento con la mirada.
-quizás un poco más tarde, acabo de llegar y necesito ponerme a trabajar, tengo que hacer inventario para saber que cosas ocupamos pedirle a los probedores, necesito tu lista al final del día, para dársela a la jefa,
-La tendrás por la tarde, saldré un poco más temprano, necesito regresar a casa para la cena o si no mi esposa me mata.- bromea - pero prometo entregársela antes de irme. Por cierto, la jefa estuvo por aqui esta mañana, nos informo sobre algunos cambios que habrá, quizás habrá un poco más de trabajo y los horarios serán movidos, quizás al finalizar la semana nos convoque a junta.
-lo revisaré y les avisaré, bueno te dejo seguir, regresaré afuera con los chicos-
Salí de la cocina, regrese a la barra y me puse mi delantal, comence hacer el inventario, me tocó atender la barra, limpiar mesas y a tanderlas también, el turno se fue muy rapido, la noche estaba un poco fría, eras las 10: 00 pm, el lugar estaba solo, decidimos limpiar para cerrar.
-chicos, pueden irse a sus casas, hoy cierro - les informo
-¿segura?, podemos esperar a que termines- dice Emma
- estoy de acuerdo con ella, unos nimutos más que esperemos no causan conflicto - dice lucah
- no se preocupen, solo terminaré de limpiar un poco la barra, no queda mucho por hacer, buenas noches y nos vemos mañana.
-hasta mañana, buenas noches- dijeron al salir.
Cómo les dije termine de limpiar la barra y sacar la basura, estaba asegurando que todo estuviera cerrado y acomodado en su lugar, cuando alguien entra por la puerta y hace sonar la campana, al voltear veo a dos chicos, estos se acercan.
- hola, bienvenidos a Jupiter, lo lamento pero ya no tenemos servicio-
- enserio, que mal - responde uno de ellos - ni siquiera podrías vendernos un par de café, hemos escuchado hablar que tienen el mejor café de la zona.
-lo siento pero las maquinas están apagadas, podrían venir mañana y con gusto.
-vamos solo un par de cafe- volvió a insistir
- sera solo por esta ocasión, ¿que les voy a servir?- suspiró y ellos asiente.
- ambos queremos dos cafés negros, por favor- respondio el otro tipo, que hasta ahora era la primera ves que hablaba, desde que llegaron.
- esta bien, tomen asiento, es un momento se los entrego-
Con ambos sentados en una de las mesas del local, comence a preparar el pedido, mientras que el cafe salia, fue inevitable voltear a verlos, ambos vestían formal, eran altos, guapos y tenían una forma peculiar de hablar, por lo que pude imaginar que no eran de aquí, ambos de piel morena clara. La preparación del pedido fue muy rapido, en cuanto les di sus cafes, pagaron y se fueron, dándome las gracias, limpié un poco lo que habia ensuciado, luego cerre la cafetería, me fui directamente a casa.
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THE LAST LETTERS
Подростковая литератураAmy Evans quien interpreta a la protagonista, vive una parte de su vida llena de pruebas, amor, dolor y culpa. ¿Que estás dispuesto a soportar por amor?¿Que tan fuerte se vuelve el alma quebrantada? ¿Hubieras escogido otro camino? Está historia toc...