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- ¡Ace! ‐ grito un chico rubio al ver a su novio caer inconsciente al suelo

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- ¡Ace! ‐ grito un chico rubio al ver a su novio caer inconsciente al suelo.

Corrió y se posiciono a la par del chico azabache, luego lo tomó en brazos al estilo nupcial, salio del lugar donde se encontraban, que era un establecimiento algo deteriorado y con las paredes llenas de gráfitis, donde se llevan a cabo carreras clandestinas de motociclistas y autos.

- Marco, ya se van? ‐ pregunto un chico que se acercaba a ellos, el cual llevaba un sombrero de paja muy mal cuidado, aún así siempre lo usaba cuando iba a ese lugar.

- Si Luffy, Ace se durmió y sabes que no me gusta que este dormido en lugares como este, te vienes con nosotros o?

- Oh no, me quedo un poco más, Torao me llevara a casa después, y dile a Sabo que no se preocupe por mi.

- Bien, entonces adiós Luffy.

- Adiós.

Y así los dos chicos se despidieron, Marco se dirijio a donde tenía su auto, lo abrió y en el asiento de copiloto posiciono a Ace, poniéndole un poco más recostado el asiento y tambien colocándole el cinturón de seguridad, al terminar de subirse al auto, lo arranco y salió de ahí.

En transcurso del camino, ya llevan unos 15 minutos, Ace despertó entre quejidos soñolientos.

- ¡Mh! Marco ya acabaron las carreras, quería ver la final ‐ dijo haciendo un puchero, Marco volteo a verlo y le dedico una sonrisa.

- No mi amor, pero cuando llegue Luffy le preguntas quien gano.

- Si, espero Lu y Trafalgar hayan ganado ‐ ante lo dicho por su pareja Marco asintió, Luffy y su pareja eran unos chicos muy competitivos y estaba seguro que ganarían.

- Créeme que si ganarán, son buenos competidores.

- Si, Marco te quedaras a dormir conmigo? ‐ pregunto ilusionado de que su novio se quedara a dormir con él, le brillaban los ojitos por que su novio dijera que si.

- Como negarme a esos ojitos, sabes que si me lo pides así no me puedo negar - Ace sonrió victorioso, era muy manipulador con su novio, de forma tierna.

En el transcurso a casa del azabache, este ve un puesto de comida, su estómago ruge, al parecer tenía hambre, Marco nota esto.

- Tienes hambre?

- Si, tengo mucha hambre.

- Bien pasemos a comer.

A Ace le brillan los ojos con emoción, Marco siempre lo consiente con comprarle mucha comida cuando tiene habré. Llegaron al estacionamiento del comedor, y entraron a este.

Se sentaron en una mesa y llegó un mesero con las cartas del menú, se retiro para que los chicos pudieran hacer su orden.

- Pide todo lo que quieras ‐ le dijo Marco.

𝑵𝒂𝒓𝒄𝒐𝒍𝒆𝒑𝒔𝒊𝒂 |𝙈𝙖𝙧𝘼𝙘𝙚|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora