𝖻𝖺𝖽 𝗁𝖺𝖻𝗂𝗍𝗌 𝖺𝗇𝖽 𝗁𝖺𝗋𝖽 𝗅𝗈𝗏𝖾, 𝘁𝗼𝗺 𝗸𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇

four.

Ya habían pasado cinco horas desde que decidí cerrar los ojos, aún era temprano, eran las 10 de la mañana de hecho. Di un pequeño vistazo por la ventana y noté como el auto de Georg estaba estacionado frente a la casa, eso solo significaba que ya estaban de vuelta.

No tenía planeado ir a buscarlos debido a que estaba muy cómoda en la posición en la que me encontraba, sin mencionar que lo tenía a Tom encima mío durmiendo como si fuera un bebé. Pero comencé a escuchar ruidos en la cocina y me acordé de Gustav, así que mejor decidí ir a ver.

Acomodé a Tom en una posición en donde no lo fuera a despertar y me dirigí a la otra habitación, y sin duda ahí estaba, mi lindo y bello hermanito.

─ Gus! Que bueno que ya estés en casa! ─ Solté emocionada mientras corría a abrazarlo.

Este solo sonrió pero mi mirada se centro en el enorme moretón que tenía bajo el ojo.

─ Como lograste salir? ─ Pregunté ─ Y eso se ve horrible, ya lo revisaste? ─ dije apuntando hacía el ojo.

─ Costo un poco pero finalmente lo conseguimos, tuvimos que pagar la fianza y el hecho de que Gus aun sea menor de edad nos lo hizo mucho más fácil, sin mencionar que aclaramos reiteradas veces que fue en defensa propia, hasta poder confirmarlo. ─ Contestó Georg.

─ Perdón si tardamos mucho ─ Habló Bill mirándome con una sonrisa apenada.

─ Descuida, no pasa nada ─ Contesté devolviéndole otra sonrisa, estaba feliz de que tenía a Gustav devuelta.

─ Igual mucho no te importo que digamos. ─ Susurró Gus en mi oído, provocando un sonrojo en mis mejillas.

─ No sé de que hablas..

El rubio comenzó a reír, a veces era muy mala mintiendo.

Luego de eso Tom despertó y al cabo de un rato todos decidieron ir yendo a sus casas, así que decidí ponerme a limpiar el desastre del living, ya que aún no habíamos tocado nada.

─ Emma, sobre lo de mamá.. iré a visitarla esta tarde, quieres acompañarme?

Mis ojos se cristalizaron y a causa de todo lo que había pasado me había olvidado por completo de ese problema. ─ Claro, tu dime a que hora tengo que estar preparada y lo estaré..

─ Genial. ─ Soltó con una sonrisa.

(...)

Las horas pasaron y mi mamá no despertaba, minutos después nos enteramos por parte de los médicos que probablemente nunca lo haría, ya que el golpe fue tan grave que le causó lesiones y daños dentro de la cabeza, provocando que entre en un estado de coma. Mi mundo se derrumbo cuando me entere de eso, pero tenía que ser fuerte, debía serlo, aunque sea por Gustav.

Pero sacando a parte eso, también hay novedades de Steven, por suerte su condena fue de 70 años de prisión por violencia intrafamiliar y la sentencia subió al provocar que mi madre quedara en coma y al golpearme a mí y a mi hermano siendo menores de edad.

(...)

Después de ese día Tom no había vuelto a hablarme desde entonces, y sinceramente me resultaba muy extraño, ya que parecía estar ignorándome. Cuando los chicos venían a mi casa a ensayar, él no me hablaba, solo hacíamos contacto visual por unos segundos pero rápidamente me apartaba su mirada, y siendo sincera, no entendía que le pasaba.

Como sea, ya habían pasado tres semanas desde lo ocurrido y las clases habían comenzado, así que ahora me encontraba yendo a la escuela por el mismo recorrido de siempre. Hasta que siento como alguien me agarra del hombro, logrando que me volteé y me encuentre a cierto chico pelinegro que me observaba con una sonrisa.