—¡Que los cumplas felíz! — soplé las velas de mi pastel emocionada, estaba feliz por mis 17 años. —¡Bien! — gritaron todos.
—Pide tres deseos, Verónica — dijo mi amiga. —Pero no cuentes lo que pediste porque no se hará realidad.
Asomé mi cabeza hacia las velas rosas y las soplé, pidiendo uno de mis más anhelados deseos: que Mark Johnson por primera vez me hiciera caso.
Apreté fuerte los ojos, esperando que, aunque sea eso, me hiciera mantener las esperanzas.
***
12 de agosto de 2019
Regreso escolar, nuevo ciclo lectivo aquí en Suecia. Las televisiones, anuncios en el celular, carteles, en todos lados usaban el mismo sistema de marketing para que las familias compraran los útiles necesarios para sus hijos. Este fue mi caso; un mes antes, mi madre tuvo que comprar lo necesario para mí y mi hermana Cloe, ya que ella es madre soltera. Mi padre se fue misteriosamente cuando Cloe tenía apenas 4 meses de nacida; no es un tema que me guste hablar demasiado.
Por la emoción que tenía por volver a ver a mis amigas, causó en mí un poco de insomnio. Asomé mi aburrida presencia a la ventana; eran las 07:08 a.m. de la mañana. Y mi objetivo ni siquiera se asomó a ver su auto; quizás era muy temprano para que Mark Johnson saliera de su casa. Mi celular vibró, y por sorpresa era Sofía, quien me mandó un mensaje: «Quizás este año podrás follar». Causó en mí una ligera sonrisa, como si eso fuera capaz de pasarme.
Bajé las escaleras y fui directo hacia el comedor; Cloe tenía cara de morir. Tanto yo como ella odiamos ir a la escuela, algo que las dos compartimos.
—¡Qué estrés, Dios mío! — mi madre dejó un plato de wafles frente a mí.
—Creo que la primaria es un poco más fácil que la universidad — una ligera sonrisa se formó en mi rostro.
—No soporto a los mocosos, tampoco a los adolescentes; creí que ser profesora de universidades sería más fácil, pero no — se sentó bruscamente en la silla.
—Tranquila, todo saldrá bien — intenté consolar a mi madre.
—Hoy vuelvo tarde; ya encargué pizzas y hamburguesas; sé que no es sano para ustedes, pero solamente será por hoy — le di un bocado al desayuno.
—Mejor así, no comemos la comida asquerosa que haces, mamá — dijo Cloe.
—No es asquerosa, es nutritiva — terminé de comer y tomé un poco de jugo de naranja. —Provecho; iré a buscar mis cosas.
Subí las escaleras y me asomé nuevamente a la ventana, y sí, ahí estaba él, buscando algo en su bolsillo mientras fumaba un cigarrillo. Elevó su mirada hacia mí, formando una mínima sonrisa que fue jodidamente sexy.
—¡Buen día! — dijo soltando el humo de su cigarrillo. «Verónica, di algo».
—Mmm, buen día — sentí ardor en mis mejillas; mierda, de seguro estaba roja.
Escuché el grito de mi madre y corrí rápido junto con mis cosas; de seguro en la cara se me notaba lo nerviosa que me había puesto Mark. ¿Será que el deseo se cumplirá?
Subimos al auto de mi madre, y yo me senté del lado de la ventana; arrancó y pude observar a Mark dentro de su auto; si me miró, no sé; prefiero mil veces apartar la mirada que sostenerla porque de verdad estaba nerviosa.
***
Llegamos al instituto, me despedí de mi madre y Cloe, y ellas tomaron su camino. Emilia y Eleonor. estaban sentadas en las escaleras de la entrada; al verme, se pusieron de pie rápidamente y me abrazaron fuerte, como si me hubieran extrañado mucho.
—Chica, nos tenías preocupadas; creímos que no vendrías hoy — mordí mi labio.
—Hoy me habló Mark — dijeron con sorpresa, como si no se lo esperaran.
—¿Qué te dijo? — preguntaron al mismo tiempo.
—Buen día — su emoción se esfumó.
—Eso solamente — dijo Carmen.
—Shhh, cállate, zorra; quizás sea un avance — Emilia siempre positiva.
Un auto negro se detuvo frente a nosotros, y de él bajó Hanna Warren, mi peor enemiga. También bajó Mark. ¿Qué? Ella se le acercó y le dio un beso corto mientras él apretaba su trasero.
"Oficialmente, mi corazón está hecho mierda".
Mis ojos se cristalizaron; ¿cómo era esto posible? A la vez, era entendible; ella es hermosa, no es más virgen, así que de seguro tiene experiencia, y yo soy una rara que nunca tendrá nada por nadie.
—¡Alaa, que zorra! — exclamó Eleanor. Hanna cruzó por delante de nosotras, haciéndose la diva; si tan diva es porque repitió el mismo grado, zorra.
Mis amigas le echaron una mirada asesina a Mark y no dejaban de repetir que Hanna es una zorra.
Todo el maldito día me la pasé decaída; me dolió, sí. He estado enamorada de él desde que tengo 16 años; no sé muchas cosas de Mark, solo que es hermano de Emilia, universitario y con un empleo en la heladería, y que tiene apenas 23 años.
Emilia y Eleonor intentaban animarme, pero yo no paraba de pensar en eso.
Llegué a casa demacrada; me dolía casi todo el cuerpo, sin mencionar el cansancio que traía encima. Cloe llegó un poco antes que yo, ya que ella sale una hora más temprano.
Pasé toda la tarde encerrada hasta que se hicieron las 20:47 p.m. Mi mamá dijo que el repartidor llegaría a las ocho, pero ya eran casi las nueve.
Me quedé sentada en el sofá, esperando al repartidor; tenía hambre. ¡Din don! ¡Aleluya!, el repartidor de seguro llegó. Abrí la puerta, y para mi sorpresa, estaba Mark vestido como repartidor, con tres pizzas y cuatro hamburguesas en sus manos.
—Disculpa la tardanza — quedé helada sin poder mencionar alguna palabra.
—Mm, no hay drama — dije, formulando una sonrisa nerviosa.
—¿Quieres que pase y las deje en algún lugar?; igual somos vecinos — sonrió de forma tierna.
—Sí, adelante pasa — abrí un poco la puerta, permitiendo que entrara.
Al entrar, escaneé todo con la mirada, cada rincón, cada espacio. Sentí como las cajas chocaban contra mí, no solamente fueron las cajas, sino él también, y me puse nerviosa.
—Disculpa es que... — tomé la caja y le di el dinero.
Lo guié a la puerta nerviosa, apoyando mi espalda en esta; apreté los labios fuertemente. ¿Desde cuándo es repartidor? No era que trabajara en la heladería. Fue un acercamiento, no es tanto, pero al menos me habló y me notó; lástima que su novia sea la zorra esa, toda usada.
Nota: El desarrollo de la historia, será la misma solo le estoy dando coherencia.
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𝒀𝒐𝒖 𝑨𝒓𝒆 𝑴𝒚 𝑭𝒐𝒓𝒃𝒊𝒅𝒅𝒆𝒏 𝑭𝒓𝒖𝒊𝒕 ||𝓑𝓲𝓵𝓵 𝓢𝓴𝓪𝓻𝓼𝓰𝓪𝓻𝓭✔️
RomancePara Verónica Smith, superar uno de sus mayores traumas, seria el mayor reto de su vida, hasta que choca con la presencia de un apuesto universitario que oculta secretos. ¿Cuáles son sus verdaderas raíces? ¿Porque Mark Johnson se ve involucrado con...