Hola y Adiós, papá [Rusame] 《Cancelada》

02 La temporada inolvidable.(1)

cinco años atrás:

Un recién nacido  estaba en el piso de la sala. Rusia de rodillas miraba al piso. El bebé lloraba.

Canadá, Nueva Zelanda y Australia miraban a otro lado sin decir una sola palabra. Inglaterra y Francia sentados mirando a Rusia en el piso  tampoco decían nada.

-Ni en un millón de años ¿Por qué criaríamos a tu hija?- firmemente decía Inglaterra, rompiendo el silencio. Rusia tenia la mirada perdida aun en el piso agachando su cabeza. Lloraba en silencio.

-Todos sus hermanos trabajan, tampoco tiene familia quien pudiera apoyarlo. - Francia miraba con lastima a su esposo. 

-No te pongas de su lado. -  Inglaterra no podía dejar de mirar a Rusia con una mirada fría. Los ojos de este comenzaban a cristalizarse. -Vive con tu responsabilidad. Hay guarderías y niñeras.- Las manos de Rusia temblaban. - Deja de quejarte y cría a tu propia hija. 

Después de decir esto, Inglaterra se levantó del sofá dispuesto a retirarse de la sala pero se detuvo mirando nuevamente a Rusia. El Ruso comenzaba a moquear sin decir una palabra. 

-¿Qué? ¿Planeas dejarla aquí para volver a intentar unirte con mi hijo? 

Rusia con un nudo grande en la garganta, dijo:

-Y... Ya no quiero vivir... ni un día más, señor. - Trataba que el llanto no se interpusiera en su hablar. -Yo... apenas puedo respirar... - No aguantó más y rompió en llanto nuevamente, esta vez con la intención de ser escuchado.  

Inglaterra volteó la mirada para no verlo y respiró hondo. 

-Mantente ocupado, trabaja y cuida de la niña. Repite eso una y otra vez, solo vive la vida así y verás que aun tienes esperanza para vivir. - Inglaterra sabia lo que decía-. - Sobrevivirás.  - Luego se retiró a su habitación. 

Rusia al escuchar el sonido de la puerta cerrarse, lloró todo lo que pudo, sacando todo ese dolor que tenia atorado en el pecho. Francia se acercó a él y le dio un cálido  abrazo.

-Él tiene razón, Rusia. Se preocupa que intentes quitarte la vida de nuevo. - Rusia en el abrazo daba unos pequeños gritos de desesperación en medio de su llanto- Necesitas a Amil, de otra forma no sobrevivirás. 

Rusia solo lloraba con tanta fuerza que podía. 

La pequeña bebé ahora solo dormía.

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 Un año, después  : 

Rusia le daba de lactar a su pequeña hija con un pequeño biberón. Había logrado que dejara de llorar. 

La casa de Rusia era todo un desastre, lleno de:  ropa de bebé, juguetes, pañales y ropa del propio Rusia. 

Hacer los quehaceres del hogar también era otro trabajo, con una mano cargaba a la pequeña y con el otro trataba de trabajar. 

"3:30 a.m." la bebé no dejaba de llorar, Rusia trataba de hacerla dormir pero no se dejaba, tenia que ir a trabajar a las 6 en punto. 

Ya amanecido el día, Rusia corría por la casa buscando sus cosas de trabajo al igual de las cosas que necesitaría  Amil. Mientras que en su pecho tenia a la pequeña Amil,  que solo tenia 1 año en una pequeña cangurera.  Supuestamente listo salía de la casa pero se olvidaba de lo más importante, del pequeño biberón.