No me obligues

841 81 93
                                    

-Adiós- dijo sin ningún signo de expresión en su rostro la hermosa rubia pecosa

- ¿Qué te vas?, ¿porqué? - fueron la preguntas de él, que estaba sorprendido al ver a la persona que tanto ama despedirse con un simple adiós y peor aún no darle la cara

- si tengo que volver a Chicago, ya nos vimos aparte Albert también me espera - respondió la rubia con frialdad no quería derrumbarse a llorar ahí mismo y llorar como una niña chiquita a la cual le quitan su juguete favorito

-Dime la razón el porqué te vas de mi lado es por ella verdad - le respondió ya enojado por la actitud fría y cortante de la rubia

- si ella te necesita Terry es mejor que te quedes con ella, ella te salvo y lo mejor es que estés a su lado - respondió la pecosa

-o sea la señorita se va y toma las decisiones sola sin siquiera yo dar la mía, si no lo sabes candice tú y yo estamos en una relación de noviazgo y no puedes tomar una decisión por mí también , yo también tengo que decidir lo que quiero o no quiero entiendes eso - le dijo ya con total enojo

- si, pero ella te necesita a ti - le grito ya con lágrimas la rubia pecosa

- ella no necesita de nadie es una loca manipuladora y tú te vienes conmigo ahora mismo porque a Chicago no regresas, tenemos que hablar y no digas nada porque así como estas tomando una decisión por mí, yo también la tomaré y no me hagas ningún escándalo candice por qué ya me conoces como soy, ahora mismo nos vamos y por Susana ni te preocupes que ella tiene a su mamá y si se quiere tirar de la azotea que lo haga por qué esa persona está mal de la cabeza no se quiere ni a ella misma y dice amarme - le respondió con frialdad el castaño y agarrándola de la mano listo para salir del hospital son detenidos por una voz que ya tenía hasta el cansancio al joven

- Terry para dónde va dejará sola a mi susy - regaño la Marlow mayor

- señora me voy a mi casa algún problema con eso - la encaro ya más que enojado ya lo tenía arto que le pasaba a todo mundo primero Susana luego la pecosa que se quería ir y ahora la vieja loca que tenía enfrente ya lo tenia arto, al principio sentía culpabilidad pero ya lo tenían fuera de sus cabales, que él no podía decir nada de lo que sentía, pero eso se acabó dejaría salir al Terry rebelde que no se dejaba de nadie

- ¡Si! Deja a mi hija sola y se va con esta - dijo mirando de pies a cabeza a la rubia pecosa

- Primeramente, esta tiene nombre y se llama candy y es mi Novia más respeto para ella y segundo su loca hija no está sola para eso esta usted que es su loca madre no, así que mejor valla dónde susanita que la espera y a mí me dejan en paz entiende señora marlow

- ella te salvo la vida - le grito enojada por la actitud del joven castaño

- no me ponga el agradecimiento mejor lárguese de aquí- le respondió con enojo, la pecosa estaba más que sorprendida y es que la persona que tiene a su lado es el mismo Terry que conoció en el barco y colegio rebelde eh insolente que no se dejaba de nadie

- eres un maleducado, pero esto lo pagarás caro - lo amenazó

- a mí nadie me amaneza y peor obliga y juro por Dios que si me llegan a molestar usaré todo mi poder usted no me conoce realmente quién soy y si no quiere tener problemas será mejor que me deje tranquilo y por cierto la culpa no fue mía y si quiere que alguien se haga responsable de su querida hija dígale a Robert o el responsable que no puso bien las luces porque aquí yo fui una víctima así que si no quiere tener problemas no se acerque vieja loca - y diciendo eso salió del hospital llevando a una candy sorprendida por las palabras dura del castaño

- y tú mejor ni digas nada candy - la reto con la mirada fría haciendo que la rubia solo lo observará con el ceño fruncido y poniendo en marcha el vehículo se fueron rumbo al departamento del castaño 10 minutos después llegaron a su destino el castaño la guió a su piso dónde él alquilaba

No me obligues Donde viven las historias. Descúbrelo ahora