𓏲 🐺🎀 𓍱 Capítulo ♡̶ 02 ﹗

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Luego del catastrófico primer receso fueron en dirección al salón para la segunda clase que sería la de ciencias sociales aunque por lo que Jung le había dicho al parecer tendrían la hora libre ya que la profesora Nayeon había faltado, una buena noticia para él, ciencias no era uno de sus cursos favoritos junto con otros dos más. Al llegar al salón descubrieron que habían algunos grupos de chicos y chicas charlando entre ellos mientras que casi la mitad del salón no se encontraba ahí, tal vez perdidos en alguna parte del colegio aprovechando la hora libre.

Se sentaron en sus sitios y Wooyoung se concentró en su celular mientras él hacía un muro con sus brazos descansando su cabeza sobre el pupitre dispuesto a dormir durante toda la hora, sin embargo en el momento en el que sus ojos se cerraron una canción sonó muy cerca de él, un bajo sonido de alguien tarareando, la melodía contribuyendo a su idea de disfrutar de una paz indescriptible en medio del gran bullicio que era el salón en esos momentos, pronto sintió que solo era él y ese bajo murmullo que generaba música. 

Y con eso siendo lo último que escuchó el se durmió.

Al despertar sus ojos enfocaron levemente la figura de Wooyoung a un lado de su pupitre, este lo miraba con la cabeza ladeada y el entrecejo fruncido.

— ¿Estás bien? — preguntó Jung en cuanto se incorporó sobre su sitio y estiró los músculos de su cuerpo estos tronando levemente, asintió de manera lenta mientras Wooyoung volvía a su lugar en el pupitre a su lado y le entregaba en el camino una pequeña dona envuelta en papel blanco. — te traje esto del receso, has dormido mucho tiempo, traté de despertarte antes de salir pero eras un cadáver prácticamente. 

Rió bajo antes de desenvolver el papel de su dona.

— ¿De verdad? — preguntó a lo que Wooyoung asintió. — creo que no había notado lo cansado que estaba realmente.

— ¿Aún tienes episodios de insomnio? — preguntó de manera baja el más bajo, negó con la cabeza mientras le daba una mordida a su dona. — Sung...

— Bien, sí, tal vez un poco pero esta vez son menos — alzó los hombros con desinterés. —, tal vez una o dos veces a la semana, eso es bueno ¿no?

Wooyoung asintió. — Sí, es bueno. — su mejor amigo le regaló una sonrisa a labio cerrado pero luego su ceño se frunció nuevamente pero de forma más leve. — hoy no he sentido para nada tu olor — ya sabía lo que pasaría. —, estás usando mucho supresor Jisung, eso puede afectarte.

Suspiró. — Lo sé, pero solo lo uso para el colegio, en la casa no.

— Pero deberías dejar de usarlo completamente, recuerda que el año pasado-

— Es un hecho que no se volverá a repetir — le aseguró cortando su oración. —, no dejaré de usarlo... al menos hasta que terminemos la secundaria.

— Pero Sung-

— ¡Buenos días estudiantes! 

Ambos llevaron su mirada al frente donde la profesora Joy entraba al salón con una sonrisa diabólica adornando su rostro, eso era una muy mala señal para todos en el salón.

— Si es lo que creo que es... — susurró Wooyoung inclinándose levemente hacia él — estamos fritos.

— ¿Crees que debería...

— ¡Hoy habrá prueba sorpresa! — exclamó ella, levantando el muro de papeles en sus manos. — así que separen sus mesas y solo lápices y borradores sobre la carpeta.

— Sí — contestó Wooyoung. — deberías.

Historia era el curso que la profesora Joy impartía y no era uno de los más fáciles a decir verdad, era este otro de los cursos que odiaba, a la maestra le gustaba jugar con sus esperanzas y miedos, nunca sabían cuando demandaría un proyecto o exámen sorpresa y amaba desaprobar a los de su clase y si no lo lograba se ponía cascarrabias con todos poniendo nuevos temas sobre la mesa. La pesadilla de todo estudiante.

Su puño golpeó dos veces contra la mesa y todos los estudiantes se relajaron considerablemente, desde hace un año Jisung, aunque fue Wooyoung el de la idea, hizo un sistema de ayuda para los exámenes de Historia, la profesora Joy había estado con ellos desde hace tres años y ya conocían sus exámenes imprevistos por lo que harían lo que fuera para pasar estos, Wooyoung fue un alma caritativa para todos ellos y les propuso que Jisung dictaría las respuestas a través de la cantidad de golpes que le diera a la mesa. Jisung solo había asentido a eso evitando hablar de más con sus compañeros. 

Dos golpes a la mesa luego de que la profesora gritara el exámen sorpresa significaba que estaba con ellos y que los ayudaría. 

(A) era un golpe luego de eso, (B) dos golpes, (C) un golpe con el lápiz y (D) dos golpes con el lápiz porque si golpeaba mucho la mesa con sus nudillos sería demasiado sospechoso.

La profesora pasó por los sitios de todos repartiendo los exámenes y revisando que no tengan su celular o libro debajo de la carpeta. 

— ¡Bien! — dijo ella apoyándose en el filo de su escritorio. — tienen cuarenta minutos, el exámen es del video que vimos en la clase de la semana pasada, entonces ¡empiecen! 

Su mirada fue hasta el exámen sobre su carpeta y suspiró, tomó el lápiz en su mano y puso los datos básicos en la parte superior para luego proceder con la primera pregunta, relamió sus labios y luego golpeó su lápiz contra la mesa levemente. 

[...]

No sabe cuántos minutos pasaron, para ser un exámen de un video de tan solo veinte minutos tenía demasiadas preguntas, unas un tanto supersticiosas, casi como relleno. 

Ya había cumplido su parte con sus compañeros, las cinco preguntas finales eran completamente para ellos, no iba a arriesgarse a que la profesora los descubriera teniendo el mismo resultado de todos los exámenes. Con una mueca cansada termino su exámen y se recostó un momento contra el respaldo de su asiento mirando levemente a Wooyoung a quien no le faltaba mucho para terminar.

Su mirada periférica vago por el salón hasta detenerse en Sanha que se sentaba un fila más adelante que la de él, este mantenía su mejilla apoyada en la palma de su mano mientras mordía el lápiz nerviosamente y miraba el exámen como si fuera una tétrica película de terror.

Rió bajo llamando la atención de la profesora quien alzó una ceja en su dirección, alzó las manos en señal de paz y con la mirada señaló su exámen ya terminado, la profesora bufó y se cruzó de brazos apoyándose de nuevo en el escritorio.

Una baja risa llamó su atención por lo que giró su mirada para encontrarse al Alfa con aroma a Madera mojada y café.

No sabía si se estaba riendo de la interacción que tuvo con la profesora o algo que recordó porque definitivamente el Alfa no lo estaba mirando, pero su risa fue contagiosa.

Y él sonrió.

𝙎𝙤𝙮 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖 ৎ୭ 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora