𝙎𝙤𝙮 𝙊𝙢𝙚𝙜𝙖 ৎ୭ 𝙈𝙞𝙣𝙨𝙪𝙣𝙜

𓏲 🐺🎀 𓍱 Capítulo ♡̶ 26 ﹗

Wonpil y Jae se asomaron por la puerta de la habitación del menor, podían sentir su olor pero este ya no era tan fuerte, esto les confirmaba que el Omega había terminado su celo. 

— ¿Sunggie?

El peli marrón dejó de lado su celular y observó a sus padres, esperando a que dijeran algo y dejaran de observarlo como si fuese a desaparecer en el momento que respiraran.

Suspiró cansado. — ¿Qué pasa? 

Jae miró a su Alfa esperando que este hablara pero él seguía aferrándose a la puerta, con temor. Negó, él también se sentía asustado de que Jisung volviera a esconderse en casa, de que de nuevo pasaran por todo ese proceso de autosuperación bastante largo y que dolía en el camino. — ¿Te encuentras bien, cachorro? 

Jisung asintió mientras se sentaba en la cama. — Estoy bien, solo un poco ansioso.

— ¿Ansioso por qué?

— Mhm... bueno, invite a Hoseok hyung a la casa. 

Wonpil parpadeó confundido. — ¿Invitaste a Hoseok? — su hijo asintió lento. — ¿por qué?

— Quiero hablar algo importante con él... — dudó en si decirles o no, pero al ver lo intrigados que sus padres se encontraban decidió hacerlo, de todas formas se enterarían en cuanto su hyung llegara. — creo que ya es hora de dar el último paso, ¿no?

Jae se desmayó.

Era un miércoles aburrido, Wooyoung se quería lanzar por la ventana, o dormir sobre el pupitre, pero la maestra Joy lo estaba viendo desde hace un buen rato con ojo crítico y creía que si dormía ella iba a aparecer en sus sueños, aterrador. 

Minho sentado en la fila contigua a la suya se encontraba ansioso y nervioso, no dejaba de golpear su pie contra el suelo en un ritmo apresurado e irritante, como de que siguiera así le iba a clavar un lápiz en el dedo chiquito del pie.

— ¿Y cuándo crees que venga? — lo tomó de los hombros y lo sacudió para que reaccionara.

Le estaba saltando un nervio. — ¡Reza porque vuelva! ¡reza porque no esté asustado! ¡reza! — respiró agitado. — por que si se vuelve a esconder del mundo voy a cortarte la cabeza y el pene y los usaré como decoraciones en mi sala minimalista. 

Minho tragó duro y Wooyoung por fin lo soltó. Ambos se encontraban ahora caminando hasta la cafetería para encontrarse con San pero este los alcanzó en el pasillo, luciendo preocupado y agitado.

Wooyoung lo miró confundido cuando se acercó a él. — Lim y Hana saben que Jisung es Omega. — Wooyoung se desmayó.

Minho fue rápido en tomarlo de los hombros para que no cayera por completo al piso y San lo cargó al estilo princesa para correr con él hacia la enfermería siendo seguido por Minho.

Y Lee pudo verlo, la situación estaba empeorando conforme pasaba el tiempo, se les estaba saliendo de las manos. ¿Qué podrían hacer ahora? 

Su mente buscaba una solución para los problemas, si Lim y Hana sabían que Jisung era un Omega entonces esparcerian el rumor, pero para Minho no tenía sentido que lo hicieran, al final de cuentas ellos no tenían nada contra Jisung, ¿o sí?

San llamó a la enfermera mientras dejaba a Wooyoung en la camilla y pronto apareció en el lugar Sowon, la Omega se acercó veloz a Jung y lo revisó superficialmente preguntando qué había ocurrido.

— Le di una noticia y se desmayó. — la enfermera asintió y dejó a Wooyoung en paz mientras iba por un poco de alcohol y algodón. — ¿Estará bien?

Ella asintió, un tanto divertida. — Por supuesto, fue un pequeño desmayo, no un paro cardiaco. 

Choi rió avergonzado por su exageración y se sentó en la silla a un lado de la camilla mientras la enfermera se encargaba de despertar a Jung. Se giró a ver a Lee observando como este se mantenía con el ceño fruncido.

— ¿Qué piensas? — preguntó alto llamando la atención de su amigo, este suspiró antes de observarlo.

— ¿Crees que les diga a todos?

Asintió con pesar. — No esperaría menos de Hana, ella está un poquito loca por las humilladas que le hizo pasar Wooyoung, que revele que su mejor amigo, al que todos creían que era su Alfa, es un Omega hará que piensen que es Gay. — lo cual si es, pensó divertido por un momento antes de sacudir su cabeza para alejar los comentarios fuera de lugar.

— ¿Y qué hay de Lim?

— Digamos que la ayuda porque le gusta. Perfecto, ¿no? — Minho asintió lentamente. — ah, qué increíble soy.

En cuanto el timbre de la casa fue tocado Wonpil corrió a abrir la puerta y saludar con un estrecho abrazo a su amigo Hoseok, quien fue recibido cálidamente en la morada tanto por el Alfa como por el Omega, para posteriormente concentrarse en Jisung.

— Hyung. — Hoseok correspondió el saludo del menor y ambos se sentaron en la sala, con Wonpil y Jae sentados a los costados de Jisung.

El Beta de cabellos negros carraspeó y miró paciente al Omega menor. — ¿Estás seguro de esto? — Jisung asintió. — ¿puedo preguntar que te hizo animarte para tomar esta decisión?

Se acomodó en su sitio, un tanto nervioso, pero emocionado de cierta manera. — Ya descubrí que en realidad... temía no ser lo suficientemente fuerte para enfrentarme al mundo y sus depredadores — a pesar de que Hoseok lo observara fijamente no se sentía intimidado, por primera vez se sentía seguro de sus decisiones, esto ya no era nadar con la corriente, era crear su propio río. En donde solo él sabría hacia donde nadar. —, pero ahora sé que soy fuerte, y por eso ya no me quiero esconder más. 

Hoseok asintió. — Este es un paso muy difícil Jisung, si necesitas más tiempo para tomarlo entonces puedes dártelo, nadie te presiona.

— Lo sé, y por eso quiero hacerlo ahora... ya ha pasado mucho tiempo, mientras más espero más me lastimo a mi y a las personas que me rodean.

El beta se paró de su sitio y rodeó la mesita del centro de la sala, para sentarse sobre esta, frente al Han menor. — Esto era todo lo que necesitabas — nada pudo hacer, lloró en silencio, pero no de tristeza, si no de felicidad, sintiendo en sus hombros los brazos cálidos de sus padres, quienes a pesar de todo, siempre lo apoyaron. Aunque ellos también temieran siempre estuvieron a su lado. —, confiar en ti, en tu fortaleza. — su hyung rodeó su cuello con sus brazos y él correspondió alegre ese, un tanto incómodo, abrazo. — Muy bien hecho Jisung.

Ya era hora de enfrentar al mundo con su verdadera cara, no iba a temer más, ni de los Alfas, ni de lo que era.

Y todo eso, gracias a cierto Alfa, de mirada brillosa, sonrisa encantadora y lunar coqueto. Ah... Lee Minho, al final, si fue esa paz que necesitaba, y también, la tijera que cortó su venda para que pudiera ver la realidad. 

Era momento de demostrar cuán valiente era en realidad, además, no estaba solo, siempre contaba con personas que estarían para él hasta en los momentos más oscuros.