Capítulo 2

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Un bajito pelinegro se encontraba en el salón de clases. Miraba por la ventana distraído en sus pensamientos. Recargo su mano en la barbilla para tener mayor comodidad. Su mente solo tenía un pensamiento.


Kai.


Le gustaba su amigo. O más que gustarle, estaba enamorado. Nunca pensó que podría llegar a sentir algo por ese castaño que se la pasaba casi todo el día pegado a él. Aunque, sin darse cuenta termino enamorado. No sabía si sentirse feliz o triste. Si se declaraba posiblemente podría salir rechazado. Kai no mostro interés en los chichos, ¿por qué lo haría ahora? Esos pensamientos solo lo deprimían. Nunca le mostraba tristeza al castaño. Tampoco era demasiado expresivo, se guardaba lo que sentía. Pensaba que así era mejor, podría asegurar su amistad con Jongin.


Encontró una manera de desahogarse. Algo en lo que podía mostrar todos sus sentimientos sin sentirse expuesto o culpable. Un cuaderno, eso era todo lo que necesitaba para sentirse seguro. Ahí escribía sobre lo que sentía, lo que deseaba, lo que amaba. Había plasmado una historia para ellos dos. Le gustaba mucho leerla una y otra vez, imaginándose como sucederían las cosas. Una sonrisa se le vino al rostro al recordar las palabras de su historia. Solo había algo que le preocupaba. No tenía un final. No podía terminarla.


Bien podría poner que ambos son felices para siempre, como en las historias normales. Pero muy dentro de él sabía que no podía estar seguro de eso. Si terminaba la historia es como si reventara su hermosa burbuja. Y solo quedaría de nuevo con los sentimientos estancados en su corazón. Podría volver a escribir otra historia. Más, eso no era todo lo que quería.


Quería poder abrazar y besar a Jongin cuando quisiera. No solo imaginarse como sería. En algún momento de su vida la historia dejo de satisfacerlo. Claro que, era imposible que solo se conformara con lo que ponía en un pedazo de papel.


Busco en su mochila. Cuando tenía pensamientos deprimentes leía. Eso lo reconfortaba un poco. De todos modos, la profesora no se daría cuenta de que no ponía atención a la clase. Estaba concentrada leyendo sus trabajos.


Su corazón se aceleró al no encontrarlo. Eso era imposible. Todos los días lo llevaba a la escuela para asegurarse que nadie en casa lo leería. Se obligó a tranquilizarse y hacer memoria de donde estaba. Después de llegar de la escuela ponía el cuaderno en el cajón de su escritorio. Recordó que ayer en la noche no lo echo en su mochila. Suspiro tranquilo. Lo dejó en el cajón. Solo esperaría a que terminaran las clases e iría a su casa para confirmar su teoría. Aunque, debía estar ahí, ¿quién podría haberlo tomado?


Al terminar las clases fue al salón de Kai. Hoy no tenía práctica así que pasaba por él y se iban juntos a casa. Llego al aula y busco al castaño con la mirada, pero no lo encontró.


Se acercó a un chico cerca de la puerta.


-¿Sabes dónde está Jongin?- le pregunto al chico


-Se acaba de ir-


-¿Se fue?- cuestiono confundido. Siempre lo esperaba


[Kaisoo] D.O's notebookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora