Siempre tus ojos verdes.

Parte 1

En la Actualidad (Isla QSMP -2050)

- Yo solo sé que te amo, te amo a ti y eso no lo va a cambiar nada ni nadie.- dijo el de ojos morados sosteniendo la mano del chico tembloroso que se encontraba frente a él, mientras le colocaba un pequeño anillo en su dedo anular....

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

(Isla Apoc 2046)

-Joder!!! me he destrozado la mano. -Dijo el joven castaño de ojos morados, sosteniendo su mano derecha a nivel de su pecho, mientras que con la otra palpaba los nudillos. 

- Ven, déjame ver eso, creo que aún tengo un poco de mi medicina mágica.- Dijo el joven de cabellos plateados y ojos verdes como esmeraldas, mientras que guiaba al más alto a un pequeño sofá que se se encontraba a un costado de la zona de entrenamientos. -Te dije que debías descansar un poco, pero nunca me haces caso.

- Lo sé, lo sé Willy, pero siento que estoy un poco oxidado, recientemente nos hemos dedicado más a la casa que a ir por mas tesoros a las mazmorras.- Dijo el castaño mientras observaba como el más joven rebuscaba en la estantería donde guardaban todas las provisiones que tenían para curación. 

- Lo tengo!!, y tú que decías que nunca lo ibas a tener que utilizar, JA! ahora tienes que admitir que soy el mejor.- Dijo Willy mientras presumía del pequeño tarro de mármol con destellos morados y adornos en oro, que tan solo hacia un par de meses que el castaño le había regalado en su cumpleaños.

- ¿Sabes?, Pensé que no te había gustado mi regalo, en las ultimas salidas que hemos hecho para explorar, nunca lo llevas...-Dijo con una pequeña mueca,  mientras miraba el pequeño tarro que su compañero había colocado con delicadeza en la mesa que tenia a un costado de él

- ¿Bromeas? Vegetta, es el mejor regalo que alguien me ha dado, y no solo por que es hermoso, si no por que se que te tomó bastante tiempo el conseguir los materiales y hacerlo con tus propias manos, simplemente no quería extraviarlo o romperlo, pero en verdad me encanta.- Dijo el de ojos color esmeralda, mientras aplicaba con sumo cuidado una pequeña pomada sobre la mano de su compañero. El de los ojos morados miró fijamente por unos segundos al de mejillas rosadas, solo para un momento después con la mano que tenia libre tomar el mentón del otro para que levantara la vista a su cara.

- YO, haría cualquier cosa por MI WILLY, solo tienes que pedirlo por esa boquita y tus deseos se harán realidad, lo sabes, ¿No?.- El más joven solo sonrió y asintió levemente mientras miraba fijamente aquellos ojos morados que tanto amaba, Vegetta le correspondió la sonrisa y se acercó lentamente a los labios de su amado, para darle un pequeño, puro y suave beso. 

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

(Isla Apoc 2048)

 ¿Cómo había llegado a esa situación? ¿Por que se encontraba solo en aquella casa? Aquella casa que estuvo llena de alegría, risas y sobre todo de amor, ahora el se encontraba ahí sentado en la mesa de comedor, mirando fijamente aquella carta que solo tenia una pequeña "W" en el reverso. No hacia falta que tocara la carta para sentir como se le partía el corazón. Para él solo existía el chico de cabellos plateados, y ahora no estaba ahí, no estaba a su lado para abrazarlo, no estaba ahí para verlo cada vez que se levantaba en las mañanas.  

Contuvo un la respiración para intentar no derramar las lagrimas que poco a poco se iban acumulando en sus ojos de solo pensar en el contenido de la carta, pero se negaba a derramar una sola lagrima, el hacerlo seria aceptar la derrota, el aceptar que ya no lo tenia a su lado, y se negaba a aceptar que el de ojos verdes no fuera el amor de su vida. Él ya estaba listo para unir sus vidas para siempre y no podía creer que ya no formasen parte de la vida del otro, se llevó la mano a la cadena que tenia colgando de su cuello y busco con sus dedos aquel pequeño anillo de oro que se encontraba en la cadena. Todavía recordaba el día en que su madre se lo dio...