Siempre tus ojos verdes.

Parte 7

Delante de BadBoy se encontraba Vegetta pero este no se encontraba como aquella vez que lo vio en el puerto, si no que se encontró con un Vegetta el cual se encontraba con el torso desnudo y solo una pequeña toalla amarrada a la cintura, Aunque con la playera con la que lo había visto el día anterior, ya se podía intuir lo musculoso que estaba el castaño, el apreciar lo excelentemente marcado que estaba, era otro nivel, cada parte de su cuerpo se veía como si hubiera sido cincelada con gran detalle, su espalda era amplia y bajaba en forma de triangulo, haciendo que su cintura fuera pequeña, para después bajar a un par de caderas prominentes, con los rayos de luz que entraban, le golpeaba en su torso haciendo que brillara, puesto que aún se podían observar pequeñas gotas de agua las cuales eran resultado de su cabello aún bastante húmedo, se movió a un lado para dejar pasar a Bad.

- Por favor Bad, pasa y siéntate en uno de los sillones.-El castaño guío al chico hasta uno de los sofás, la casa estaba bastante iluminada, las estanterías estaban vacías, pero se podían apreciar pequeños detalles y grabados en estas.

- Perdón si llegue demasiado pronto, no quería incomodar, si quieres puedo dar una vuelta y regresar dentro de unos minutos.- Bad se sentó tímidamente en el sofá, éste tenia un acabado en terciopelo morado y era sumamente cómodo.

- No te preocupes, fue mi culpa, se me pasó el día volando, déjame solo me visto y bajo, ¿quieres algo de tomar? actualmente solo tengo agua, pero si quieres algo más, lo puedo pedir a domicilio para que lo traigan.- Vegetta se encontraba parado enfrente de las escaleras, se llevó la mano a su cabello, para apartarlo de su cara, esta acción hacia que los músculos de su brazo y pecho se contrajeran, Bad pasó pesadamente saliva, aquella imagen que tenia frente a sus ojos, podría recordarla para la eternidad, sin duda alguna aquel hombre no era de ese planeta, analizó rápidamente un poco más el torso de aquel hombre hasta que se topo con una cicatriz que se asomaba por encima de la toalla y se perdía por debajo de ella en su costado derecho, volvió a recorrer rápidamente aquel cuerpo con la vista, otra cicatriz en su bíceps derecho, otra más en su hombro izquierdo, una pequeña cruzaba su mandíbula por el lado derecho y una muy tenue apenas perceptible en su pómulo izquierdo. Vegetta que aún se estaba tocando su cabello, volteo a ver al chico que estaba sentado en su sofá, podía sentir como su cuerpo era escaneado por el chico de ojos rojos, ladeo un poco la cabeza y sonrió lentamente, en ese momento, las miradas de los dos chicos se encontraron, rápidamente Bad apartó la mirada y la fijó en una de las estanterías, el castaño solo negó levemente y su sonrisa se hizo aun más grande.

-No, no te preocupes así estoy bien, aquí te espero.- Bad buscaba un lugar donde fijar su atención y que así su mirada no fuese nuevamente a parar al cuerpo del de los ojos morados.

- Vale, ponte cómodo y en seguida bajo para irnos.- El castaño subió rápidamente a su habitación y se empezó a vestir, se miró al espejo y pudo observar como sus cicatrices de guerra se podían observar, claro, había bajado tan rápido a abrir la puerta que se había olvidado de maquillárselas, un pequeño suspiro salió del castaño, quizás ahora que se encontraba en aquella Isla, era la hora de que se comenzaran a ver, ahí podía ser el mismo sin el peso de la corona acechando sobre su cabeza. Tomo un poco de cera para cabello, se la colocó y lo acomodó un poco despeinado.   

En la planta baja se encontraba Bad mirando cada parte de la sala que su vista podía capturar sin levantarse del sofá, era una casa muy acogedora, un poco más pequeña de la que se imaginó que seria para aquel chico, pero aun así seguía siendo algo majestuoso. Había una pequeña mesa de caoba oscura en el espacio continuo a la sala, esta se encontraba con un par de sillas en las que el respaldo estaban talladas con pequeños dragones, eran sumamente hermosas, regresó su mirada a la estantería, a los costados tenían también tallados aquellos dos dragones, sonrió levemente, que interesante era aquello, el sonido de su celular lo sacó de su concentración, "I did something bad" de Taylor Swift lleno la estancia.