Tara Carpenter y Quinn Bailey se encontraban en la casa de Tara, disfrutando de una noche de películas de terror de la saga de "Stab". Ambas estaban sentadas en el sofá, con palomitas de maíz y refrescos en la mesa de centro.
Mientras veían la pantalla, Tara se giró hacia Quinn y le sonrió tímidamente. "Oye, Quinn, ¿te gustaría ir al baile de la escuela conmigo la próxima semana?"
Quinn sonrió y le devolvió la mirada. "Por supuesto, me encantaría. Y deberíamos disfrazarnos para la ocasión."
Tara se emocionó con la idea. "Sí, ¡podríamos vestirnos como nuestros personajes favoritos de 'Stab'!"
Ambas siguieron viendo la película, pero en un momento dado, Tara se inclinó hacia Quinn y le besó suavemente en los labios.
Quinn se sorprendió por el gesto, pero correspondió con ternura. "Tara, yo también siento algo por ti", dijo mientras la abrazaba.
Sin embargo, en ese momento, sonó el teléfono de Tara y ella se levantó para contestar. En cuanto descolgó, una voz distorsionada sonó al otro lado de la línea.
"Hola, Tara. ¿Te gusta mi disfraz?" dijo la voz de Ghostface.
Tara se asustó y miró a Quinn con preocupación. "¿Qué está pasando? ¿Eres tú, Quinn?"
Quinn negó con la cabeza. "No sé de qué estás hablando, Tara. Pero sea quien sea, no te preocupes, estaré contigo".
Ghostface continuó hablando por teléfono y amenazó a Tara con revelar sus secretos más oscuros si no hacía lo que él decía. Tara estaba aterrorizada, y Quinn no sabía qué hacer para protegerla.
Finalmente, Ghostface colgó y Tara se desplomó en el sofá, temblando. Quinn la abrazó con fuerza, tratando de calmarla.
"Tara, ¿estás bien? ¿Qué te dijo?"
Tara lloró mientras le contaba todo lo que había pasado. Quinn se enojó al escucharlo y la abrazó con más fuerza.
"Tara, nunca te dejaré sola. Te protegeré pase lo que pase".
Pero lo que Tara no sabía era que Quinn era en realidad Ghostface, quien estaba detrás de todo el plan para asustarla y manipularla. Quinn se burló por dentro de los sentimientos de Tara mientras seguía fingiendo ser su amiga y protectora.
El romance de Tara y Quinn estaba destinado a terminar en tragedia, y Ghostface sabía que no habría final feliz para ellas.
