El deber de un perro de caza

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Bien ahora,

Escuchar sobre un caso de homicidio en algún lugar de la ciudad se convirtió en una rutina diaria completamente normal para los Perros de Caza. Si no fuera por un caso de asesinato, seguramente habría sido otra cosa. Un problema con ciertos usuarios de habilidades, o el arresto de los criminales más astutos de todo Japón.

Una rutina completamente normal.

Incluso si es todo lo anterior. Tetchou nunca hubiera esperado presenciar este tipo de comportamiento después de una misión. Además viniendo de su comandante.

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Tachihara yacía en el suelo de lado, sosteniendo su mano firmemente en su cadera, los dientes apretados por el dolor mientras la sangre seguía brotando de la profunda herida. Sus ojos se veían brillantes mientras luchaba por ponerse de pie.

El golpe del cuchillo sucedió tan rápido que ninguno de ellos pudo interceptarlo antes de que el daño estuviera hecho.

El chico pelirrojo se estiró para sacar el cuchillo, pero Jouno agarró rápidamente su muñeca.

“Vas a empeorar el sangrado si lo sacas. Déjalo ahí”. Jouno terminó con una expresión pensativa.

Tachihara simplemente asintió, sus ojos brillando de dolor.

Tetchou frunció el ceño y miró de reojo hacia donde estaba sentado el atacante, parpadeando inocentemente como si no hubiera logrado apuñalar a uno de ellos.

“¡Lamento este inconveniente, mis queridos cachorros! Con suerte, aprenderás algo de eso. En primer lugar, nunca me subestimes.” Él sonrió.

"¡'Cachorro' tú mismo!" Tachihara gritó enfurecido, levantándose y tomando una posición de pelea. Dobló las manos en puños, preparándose para saltar sobre el atacante.

"Ah ah." El hombre levantó la mano. “No creo que te gustaría hacer eso. Sería muy estúpido de tu parte. Y no tendrás ninguna posibilidad contra mí de todos modos.” Él sonrió.

"¿Por qué estas tan seguro?"

Tecchou abrió mucho los ojos. Antes de que pudiera detener a Tachihara, el hombre más joven saltó hacia adelante, alcanzando con su mano el arma. El moreno rápidamente vislumbró una amplia sonrisa en el rostro del atacante. Sacó otro cuchillo y, saltando hacia un lado y esquivando el ataque de Tachihara, se rascó la mejilla con el cuchillo.

Tachihara se dio la vuelta rápidamente, activando su habilidad.

"¡No tan rapido!"

Levantando un dedo, simplemente tocó una gota de sangre que estaba pegada en la punta del cuchillo. En unos segundos, Tachihara se detuvo y cayó al suelo, llevándose la mano al estómago y gritando de dolor.

Tecchou abrió mucho los ojos ante este tipo de reacción. ¿Que que acaba de suceder?

En cuestión de segundos, el moreno estaba frente a él, sujetando su espada con fuerza y ​​apuntando con la hoja al atacante. Tensó los músculos y entrecerró los ojos. Hiciera lo que hiciera el tipo, no se iba a escapar tan fácilmente.

“¡Tetchou-san! ¡No!" El moreno escuchó gritar a su compañero. Tecchou miró a Jouno, luego miró por encima del hombro al macho pelirrojo.

Sus dientes estaban apretados por el dolor mientras pequeños vasos sanguíneos negros eran visibles en sus mejillas y bajaban por su cuello. Muy pronto, comenzó a toser una extraña espuma amarillenta. Puso sus manos en el suelo y comenzó a temblar. Tecchou abrió mucho los ojos. ¿que estaba sucediendo?