Capitulo 1

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Llego la hora de levantarse.

Hoy seria mi primer dia en la escuela chetsnock como estudiante de segundo, los de primer año llegarian a experimentar cosas nuevas, los de ultimo año a disfrutar al maximo, y nosotros, los de segundo, nos burlaremos de los nuevos, temeremos a los de ultimo año y solo queremos que el año escolar acabe.

Hoy iniciaria mi plan y no habra nada que lo pueda arruinar. Nada. O eso creo yo.

No tendria ningun tipo de problemas para acercarme a los candidatos para encontrar a mi verdadero amor.

Mi mejor amigo... era facil, pasaba todos los dias junto a el.

Mr. Popular, se me complicaria un poco solo por las chicas que lo rodean, pero con el trato especial que me da... no tan complicado como dije.

El chico malo, dificil, a no ser que deje de ser un cabezota y me permita acercarme un poco a el para socializar.

El chico timido, sera facil si me vuelve a tocar sentarme junto a el en biologia. Porfavor que asi sea, solo asi paso la materia,

Mi imposible, como veran, la cosa esta un poco... ¡imposible! Tendria que ser voluntaria para ser tutora de alguien o para ayudar en clase, pero asi al menos dejaria de ser invisible para el.

Y en el tiempo que pensaba todo esto, me habia levantado de mi hermosa cama y en curso a vestirme, normalmente tardo años -obviamente no literal- en todo el proceso de levantarme y vestirme(si, no me baño en las mañanas ¡Que flojera! Es mejor en la tarde), pero hoy era diferente porque... lo repito; ¡Primer dia de clases! Woho. Con todo el sarcasmo posible.

Solo me levante temprano por las ansias de poner en marcha todo eso del plan, y porque mi queridisima hermana Madison me habia advertido que si llegabamos con retraso al insituto... mejor no menciono nada, solo de hasta pensarlo me dan escalofrios.

-Elena, solo vengo a decirte que si mañana llego tarde a mi primer dia en el instituto chetsnock ... me terminare tus gomitas.

Precisamente eso era lo que me motivaba mas a vestirme rapido e irme junto con madison al colegio.

Desayunamos rapidamente y salimos al porche para esperar a Dylan, mi mejor amigo.

-Elena me temo que hoy no me ire contigo.

-¿QUE? ¡PERO HICISTE QUE ME LEVANTARA TEMPRANO! E INCLUSO ME AMENAZASTE CON COMERTE MIS GOMITAS- grite mientras Madison se subia al elegante y lujoso auto negro.

El auto se fue y me llego un mensaje.

¿Oops? X.

Ni con tus "oops" ni tus besos arreglaras nada.

Conteste a Madison.

Espere un poco mas de 5 minutos sentada en el porche hasta que el auto rojo convertible de Dylan se paro en frente de mi bajando la ventanilla.

-¡Hola dearling!- sonrio mostrando su dentadura

-¡Hola chico cliché!- abri la puerta para adentrarme en el auto pero una caja de color rojo y moño dorado me detuvo.

Dylan me miraba con una sonrisa... ¿complice?

-¿Y eso es...?

-Un regalo- sonrío como el gato de Cheshire.

Bien, esa sonrisa me da miedo.

Iba a quitar la caja del asiento para sentarme.

He aquí la palabra clave.

Iba

-No- dijo Dylan con un tono de voz jugueton. Aun seguia con su sonrisa de gato feo.

-¿No que?- pregunte confundida.

Un desastroso clichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora