- Angel Baby ,, | kth & jjk

7 (I)

Los días transcurrían poco a poco y Taehyung quería que los días duraran una eternidad, pero desafortunadamente, a Jungkook cada día le quedaban menos.

Para ser exactos, de 30 días le quedaban 20 días.

¿Qué se podía hacer en 20 días? No era una pregunta difícil, porque Taehyung estuvo probando hacer de todo. Cosas que deberías hacer antes de morir.

En 10 días, lo llevó a la playa, a parques de juegos de diversiones y cosas ¨pequeñas¨ cómo ir al cine. Pero no solo era sacarlo a pasear, (prácticamente tiempo de calidad) si no le daba tiempo en cantidad.

Es cierto que pasar tiempo de calidad es necesario y reporta muchos beneficios, ahora bien, esto no significa que deba ser en detrimento del tiempo en cantidad. Porque no, no es suficiente con dedicar ciertas horas al día de tiempo de calidad y ya está, como socialmente se dice en ocasiones.

El tiempo de calidad no tiene porqué ser una actividad concreta, puede ser desde hacer un puzzle, a ir al mercado, el ratito de la ducha o el libro de antes de dormir. Lo importante, como decíamos, es estar presentes de forma consciente, sin distracciones y poniendo atención a lo que esa persona nos quiera transmitir.

El tiempo en cantidad se refiere a compartir con una persona tiempo del que podamos disponer, sin escatimar. Porque también hay muchas otras actividades del día a día en la que esa persona nos necesita, aunque no sea necesariamente tiempo de calidad.

Esto fue algo que Taehyung aprendió con el transcurrir de los años desde que Jungkook falleció, y ahora el dedicaba tiempo de calidad y tiempo en cantidad para Jungkook.

Hubo pocos días en los que Jungkook prefería quedarse a casa, abrazado a Taehyung y contarle cosas. Taehyung le correspondía, y le escuchaba cada palabra con atención.

Ahora, se encontraban en un mercado ya que necesitaban comprar alimento, para tener que comer en la semana.

Jungkook estaba sosteniendo una bolsa de manzanas, mientras veía que otras frutas elegir.

 —Ya vengo amor, voy a ver algo al puesto de al lado, pero te dejo dinero por si no alcanzo a pagar —Taehyung puso el dinero en la palma de Jungkook y antes de irse le dejó un beso casto en los labios.

Jungkook asintió y observó a su lindo novio alejarse al siguiente puesto. Estaba viendo las fresas, pensando que domo de esta fruta llevar.

 —Tal vez tomaré unas fresas para poderlas comer con Taehyung —dijo para sí mismo el menor.

Pero una voz familiar que reconocería a cualquier distancia, lo sacó de su estado de concentración para elegir la fruta.

 —Esto le gustaba a Jungkook —señaló la mujer—. Afortunadamente no está más aquí, si no, lo hubiéramos abandonado. Estaba fastidiada de ese mocoso.

Tragó saliva fuertemente mientras trataba de contener un jadeo triste, como si fuera a romper y estallar en llanto. Soltó las manzanas y se cubrió la boca con su mano, mordiendo su suéter con fuerza.

—¡Hey! ¿Estás bien? —se acercó a el un chico que reconoció al instante porque convivió con el por años. ¿Cómo iba a reaccionar ante el comentario de su supuesta madre y teniendo al mismísimo Bogum frente suyo?

Jungkook se quedó paralizado y cayó al suelo. Las piernas le estaban temblando, todas las emociones y sentimientos encontrados se le juntaron.

Alzó su vista y solo fueron cuestión de segundos para que su salvador llegara ahí en cuanto escuchó aquel escándalo. 

—¡Jungkook! —se acercó corriendo Taehyung hacia él, ignorando completamente la presencia de Bogum. Se puso de cuclillas y acunó su húmedo rostro sobre sus manos— Mi amor, ¿qué sucede?