30 de diciembre.
Al igual que cada pareja en este mundo, tuvieron su discusión, pero arreglaron todo ese mismo día.
Y bueno, en la noche se dieron su linda recompensa.
Jungkook no sabía si estaba nervioso por el cumpleaños de su novio, o porque al día siguiente, el desaparecería mágicamente tal vez, o si no lo hacía, significaría que el resto de su vida sería un probable infierno.
A su par, si el moría, no le garantizaba la tranquilidad total, pero se iría en paz.
Taehyung cumpliría su promesa y eso le aliviaba.Pero no quería hacerse a la idea de que ya no volvería a regresar como un fantasma, no podría velar de él ni vigilarlo.
Le rompía saber que esta vez lo perdería para siempre. Y esa idea lo absorbía en lágrimas estos últimos días que transcurrieron de que Jihyo le dio la noticia.
Pero él no tenía tiempo para pensar en esas cosas, debía disfrutar su último aparente día con su novia, porque el día siguiente al amanecer, todo acabaría su relación de cualquier forma.
Ya que ellos no querían tener una relación en la cual, por consiguiente, de esta, tuviera que enfrentarse varias veces a Bogum (aunque él no sabía que era este chico).
Pero solo el destino daría la decisión final en su relación el siguiente día.
Limpió sus lágrimas y subió a la recámara con los regalos de su novio en mano.
Abrió lentamente la puerta y no lo encontró en la cama. Se adentró y haciendo un paneo con su mirada, lo ubicó en el balcón, observando aquella mañana en la cual había un poco de sol, y el clima seguía frío.
Caminó en silencio hasta el balcón, y cuando llegó atrás de Taehyung, besó una parte de su cuello que conectaba con su oreja.
—Feliz cumpleaños al más guapo en el mundo —susurró sobre su oído, sonriendo en grandeza.
El rubio se dio la vuelta, y al ver a su novio, su sonrisa se hizo lo más amplia posible.
Jungkook extendió los regalos hacia Taehyung mientras sonreía un tanto sonrojado.
—Hacía mucho que no te daba un ramo, y en estas fechas fue difícil encontrar alguno, pero logré conseguir tu manojo de girasoles —sonrió tiernamente.
Taehyung dejó sus cosas en la mesita que se ubicaba ahí, y fue hacia Jungkook y antes de abrazarlo, tomó su rostro para mirar cada facción de este.
Era tan fino, tan precioso que no podía explicar aún las insistentes mariposas que sentía al verlo siempre, como cuando eran adolescentes.
Jamás había visto persona más hermosa que él, ni otra persona con el corazón de Jungkook.Estaba enamorado, perdidamente y jodidamente enamorado.
Y sentía que aquella sensación, jamás podría ser renovada o remplazada por alguien más en su vida.Tomó la barbilla de Jungkook y con su dedo pulgar, acarició lentamente los labios ajenos.
Masajeaba sus comisuras con sutileza, y su dedo bajo al labio inferior, jalando un poco para que el menor pudiera abrir sus labios.Y a su cometido, este los abrió, dándole espacio a los labios del rubio.
Comenzó a besar sus labios de una forma lenta, como si estuviera explorando su boca por primera vez.
Recorrió la parte inferior del cuerpo de Jungkook con sus manos, hasta llegar a su cintura y meter sus manos por debajo de la prenda que llevaba.
Adentró su lengua en la cavidad bucal del pelirrojo, iniciando una guerra, exploración y un saboreo entre estos músculos de ambos.
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- Angel Baby ,, | kth & jjk
FanfictionTaehyung pierde por primera vez al amor de su vida, y nunca tuvo la oportunidad de despedirse. Sin embargo, uno de sus deseos se cumple y este regresa a la vida por un mes, teniendo ambos una decisión en juego. Porque Jungkook tiene la oportunidad d...