Los Merodeadores

3. Las consecuencias

Después de varias semanas de planificación y preparación, llegó el momento de ejecutar la venganza.
La venganza que tenían preparada; Snape, Bellatrix, Lucius y Regulus estos se reunieron en secreto para ultimar los detalles de su plan. Decidieron que la venganza se llevaría a cabo durante un partido de Quidditch entre Gryffindor y Slytherin, aprovechando la atención de toda la escuela y la rivalidad existente entre ambas casas.

Snape sabía que los Merodeadores eran grandes fanáticos del Quidditch, especialmente James, quien era el capitán del equipo de Gryffindor. Por lo tanto, planeó utilizar el partido como una distracción para llevar a cabo su venganza. Durante el juego, Snape, Lucius, Bellatrix y Regulus se infiltrarían en la sala común de Gryffindor y dejarían evidencia incriminatoria que los Merodeadores no podrían ignorar.

Mientras la mayoría de Gryffindor están presenciando el partido de Quidditch, era el momento perfecto se infiltraron y  llevarán a cabo su plan. Dejaron evidencia falsa que sugería que los Merodeadores habían estado conspirando en su contra, manipulando situaciones y humillándolos intencionalmente. También dejaron una nota desafiante, indicando que la rivalidad entre Gryffindor y Slytherin estaba lejos de terminar.

Cuando los Merodeadores regresaron a su sala común después del partido, quedaron impactados al encontrar la evidencia dejada por Snape y sus aliados. La sala estaba llena de falsas acusaciones y provocaciones, y el ambiente se volvió tenso. Los demás estudiantes de Gryffindor también se dieron cuenta de la situación y la noticia se extendió rápidamente por todo el colegio.

La rivalidad entre Gryffindor y Slytherin se intensificó aún más. Los estudiantes de ambas casas se enfrentaron y se acusaron mutuamente.

Las tensiones en Hogwarts alcanzaron niveles sin precedentes. Los estudiantes de Gryffindor se sentían traicionados y humillados por las falsas acusaciones dejadas en su sala común, mientras que los de Slytherin se regocijaban en secreto por el éxito de su plan. La escuela se dividió en dos bandos claramente opuestos, y el ambiente se volvió hostil y lleno de sospechas.

Los Merodeadores, estaban decididos a demostrar su inocencia y descubrir la verdad detrás de las acusaciones. Utilizando sus habilidades de investigación y su ingenio, se embarcaron en una búsqueda exhaustiva para encontrar pruebas que demostrarán su inocencia y señalaran a los verdaderos culpables.

Remus Lupin, recurrió a su astucia y conocimiento para analizar detalladamente la evidencia dejada en la sala común. Descubrió que había inconsistencias y manipulaciones evidentes, señalando claramente que alguien había orquestado todo para incriminar a los Merodeadores.

Por otro lado, Sirius Black, con su perspicacia y audacia, se infiltró en los dominios de los Slytherin para obtener información. Allí descubrió que había un misterioso objeto encantado que permitía la entrada a la sala común de Gryffindor sin necesidad de conocer la contraseña. Esta revelación les indicaba que alguien cercano a ellos estaba implicado en el plan y tenía conocimiento íntimo de los secretos de Hogwarts.

Mientras tanto, Peter Pettigrew, estaba atormentado por su doble lealtad. A medida que la rivalidad entre Gryffindor y Slytherin se intensificaba, su culpa crecía y se debatía internamente sobre qué hacer. Temía las consecuencias de ser descubierto como el traidor, pero también deseaba redimirse y proteger a sus amigos.

A medida que los Merodeadores avanzaban en su investigación, descubrieron pistas que apuntaban directamente a Severus Snape como el responsable de la venganza. Sin embargo, sabían que necesitaban pruebas concluyentes para demostrar su culpabilidad.

En su búsqueda de la verdad, los Merodeadores enfrentaron numerosos obstáculos y desafíos. Los estudiantes de Slytherin, en su mayoría, se mantenían leales a Snape y los demás conspiradores, lo que dificultaba aún más su tarea. Además, la tensión entre las dos casas seguía en aumento y los enfrentamientos entre los estudiantes eran cada vez más frecuentes.

La rivalidad entre Gryffindor y Slytherin comenzó a afectar la convivencia en Hogwarts. El ambiente académico se volvió tenso y el respeto entre las casas se desvaneció. El director Dumbledore intervino para intentar restaurar la paz y la armonía en la escuela, pero la situación se volvía cada vez más desafiante.

Mientras tanto, Peter Pettigrew tomó una decisión que cambiaría el curso de los eventos. Movido por la culpa y el deseo de proteger a sus amigos, Peter decidió revelar su participación en el plan de venganza. Buscó a los Merodeadores y les confesó su traición, admitiendo su colaboración con Snape, Bellatrix, Lucius y Regulus. Explicó que había sido chantajeado y amenazado, y que se arrepentía profundamente de sus acciones.

Los Merodeadores, sorprendidos y enojados por la traición de Peter, tuvieron que enfrentarse a una difícil decisión. Por un lado, sentían una profunda decepción y una sensación de traición que no podían ignorar. Por otro lado, Peter les rogaba por su perdón y les aseguraba que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para enmendar sus errores.

Después de una intensa discusión y debate interno, los Merodeadores decidieron darle a Peter una oportunidad de redimirse. Aunque no podían olvidar completamente su traición y la confianza ya no sería las misma, pero comprendieron que todos cometían errores y que la amistad verdadera permitía el perdón y la posibilidad de cambio.

Juntos, los Merodeadores y Peter se unieron para descubrir la verdad detrás de la venganza y demostrar su inocencia. Utilizando sus habilidades individuales y trabajando en equipo, comenzaron a recopilar pruebas adicionales y a reunir testimonios de personas que podrían haber presenciado los verdaderos eventos.

Durante su investigación, los Merodeadores descubrieron que había sido Regulus Black, hermano de Sirius, quien había proporcionado el objeto encantado que permitía la entrada a la sala común de Gryffindor.

Con esta revelación, los Merodeadores se acercaron a Dumbledore y compartieron todos los detalles de su investigación. El director de Hogwarts, impresionado por su determinación y deseoso de resolver el conflicto entre las casas, prometió llevar a cabo una investigación exhaustiva y justa.

Dumbledore convocó a una audiencia especial en la que se presentaron todas las pruebas recopiladas por los Merodeadores y Peter. La comunidad estudiantil, llena de expectativas y tensiones, se reunió para presenciar el evento. Después de horas de testimonios y debates, quedó claro que Snape, Bellatrix, Lucius y Regulus eran los verdaderos responsables de la venganza y las falsas acusaciones.

Dumbledore tomó medidas inmediatas y severas contra los conspiradores. Snape, Bellatrix, Lucius y Regulus recibieron una suspensión indefinida. Por qué claro habían tomado venganza pero tampoco se les podía negar que siguieran estudiando, por qué por otro lado ahí que dejar en claro que son estudiantes aplicados. Por otro lado ahora la justicia se había hecho y la verdad había prevalecido.

Después de esto el ambiente en Hogwarts comenzó a sanar lentamente después de la revelación y el castigo de los culpables. Los estudiantes de Gryffindor y Slytherin comenzaron a darse cuenta de que habían sido manipulados y engañados por un grupo de personas resentidas y vengativas. Pero que también habían tenido sus motivos para pensar en vengarse.

Los Merodeadores, en particular, tuvieron que dedicarse a reconstruir de a poco su amistad y restaurar la confianza.