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Unas manos recorrían su cuerpo y algunos suspiros salían de entre sus labios, se sentía como un sueño y ojalá no fuera así, Jungwon se encontraba en su cama debajo de Jay mientras se repartían besos y caricias.

– Jay hyung...

– Shhh... seré cuidadoso. ¿Sí? -el castaño con algo de nerviosismo asintió confiando en las palabras del mayor.

Se encontraba nervioso de eso no había duda en lo absoluto, las manos del mayor se colaron por debajo de su Hoddie lila, un regalo del mayor que se encontraba profanando su boca en esos instantes, aquellas caricias se le habían hecho tan familiares que las extrañaba, como si la ruptura con Jay nunca hubiera sucedido, como si todo de verdad fuese un sueño, los besos del mayor bajaron a su cuello en el cuál comenzaba a dejar algunas mordidas y con cuidado de no lastimarlo le quitó aquella hoddie.

Jay lo sabía, sabía perfectamente que el castaño nunca usaba alguna polera debajo de las hoddies que siempre traía en casa y no porque le incomodara, al contrario le daba flojera tener que quitársela, aunque si era Jay el encargado de repartir caricias mientras lo desvestía podría usarlas seguido.

Jungwon buscando no quedarse atrás quitó la camisa del mayor botando esta en cualquier sitio de la habitación, ambos chicos estaban con sus torsos desnudos, Jay sin esperar más se acercó al torso blanquecino del castaño comenzando a besar y morder este dejando varias marcas que estaba seguro que al día siguiente serían demasiado notorias, no se quejaba ya que el mayor siempre veía aquellas marquitas con orgullo, más las que dejaba sobre sus muslos y algunas veces en sus hombros y clavículas.

Jungwon no supo en que momento ambos ya se encontraban completamente desnudos y eso que creía que estaba al pendiente de todos los movimientos del mayor, no quería verse desesperado, pero la sensación de volverse a entregar de esa manera al mayor, le daba felicidad y se sentía más amado.

Como siempre acostumbraban Jay sacó un preservativo de la cajonera junto a su cama, abrió este colocándolo sobre su miembro erecto, dejó suaves caricias sobre sus caderas y piernas antes de separarlas para poder colocarse entre estás mismas, se miraron por unos instántes antes de sentir la intromisión del mayor en su interior.



















































Mentiría si dijera que no se había alterado por haber soñado con su ex novio en esa situación, era verdad que Jongseong y él habían tenido una vida sexualmente activa, pero ahora se sentía tan incorrecto el incluso recordar todos esos momentos en los que lo hacia sentir único a sus ojos.

Sin contar que ahora tenía una erección de la cual deshacerse y claro que no iba a tocarse en absoluto, se sentía avergonzado y no quería pensar en nada, así que con rapidez miro su reloj el cual marcaba las ocho de la mañana de un domingo casi cualquiera, debía ir a trabajar.

Con un suave suspiro dejo su cama y seguido de ello se dirigió al baño para darse una ducha de agua fría, hace tiempo no le pasaban este tipo de situaciones tan normales, pero seguía siendo un tanto vergonzoso para el castaño.

Solo necesitó de unos veinte minutos para estar limpio y comenzar a alistarse, desayunar y dirigirse a su trabajo, su rutina habitual un domingo por la mañana, unos minutos más tarde Jungwon estaba terminando de arreglar su cabello después de haber tomado su desayuno.

Quería distraerse de lo sucedido en la mansión de los Park el día anterior y trabajar en aquel taller le ayudaba a despejarse y distraerse de todo lo que rondaba en su loca cabeza, por ejemplo el hecho de que tenía a Lee y a Park detrás de él, no solo eso, estaba seguro de que Yuna se enteraría pronto y lo más probable es que intentaría hacerle la vida imposible o en el mejor de los casos mandarlo a golpear.

Time  [Heewon/Jaywon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora