𝗯𝘂𝗯𝗯𝗹𝗲𝗴𝘂𝗺 𝗯𝗶𝘁𝗰𝗵 ; 𝗍𝖺𝗄𝖾𝗆𝗂𝗄𝖾𝗒

𝖮𝗁 𝖽𝖾𝖺𝗋 𝖽𝗂𝖺𝗋𝗒

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𝗢𝗵 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼 𝗱𝗶𝗮𝗿𝗶𝗼, 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗶́ 𝗮 𝘂𝗻 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗵𝗮𝗰𝗲 𝗽𝗮𝗹𝗽𝗶𝘁𝗮𝗿 𝗺𝗶 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗻𝘂𝗻𝗰𝗮...

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Manjiro despertó en una mañana tranquila, los pajaros cantaban detrás de la ventana y el sol brillaba más que nunca.

Abrió de forma lenta los ojos y pego un largo bostezo mientras se estiraba.

De pronto, la puerta de su habitación se abrió de golpe, dejando ver detrás de ella a un moreno de cabello blanco con una gran sonrisa en su rostro. Los ojos de Manjiro se cerraron de nuevo, está vez con más fuerza, y se tapo por completo con sus cobijas.

- ¡Hey hermanitooo ~! ¡Hoy es el gran día! - el peliblanco corrió y se tiró encima del ceniza.

- ¡Izana! Déjame en paz

- Oh no, no. Hermanito, ¡Estuve esperando este día por mucho tiempo! - el moreno abrazo a su hermano entre las cobijas y Manjiro zapateo inútilmente.

- Te gusta verme sufrir...

Izana asintió repetidamente.

- Por supuesto, estuviste todas las vacaciones sin hacer nada. ¿Quién no estaría feliz en mi lugar? Yo tuve que literalmente hacer todos los trabajos en esta casa con Emma mientras tú parecias un oso perezoso... Maldito - dijo Izana con seriedad y enojo.

- Pues soporta, envidioso - Manjiro saco el dedo del medio en señal de burla y hace una pausa. - quitate de encima negro, necesito organizarme.

- Negro tu papá - Izana se defendió pero esto solo hizo que Manjiro hiciera una mala cara.

El peliblanco decidió levantarse para no estorbar más y que su hermanito se pusiera aún más molesto. Camino a pasos lentos hasta la puerta de la habitación y se fue.

"Puto" susurro Mikey en voz baja. Se levantó con pereza y dando un gran bostezo, estiró sus brazos y se levantó para bañarse.
Cuando terminó, se vistió, organizo todas sus cosas y rápidamente ya estaba abajo con el pelo hecho un desastre pero comiendo, que era lo importante.

Emma iba bajando las escaleras cuando vio a Mikey con el cabello de bruja. Sus ojos se abrieron de par en par y una mano fue a su pecho en señal de un desmayo. Dramatizando.