Esta historia comienza un día como cualquier otro
Me acuerdo que acababa de salir de clases y me dió mucha sed pero se me había olvidado mi agua, entonces tome 15 pesos y me dirigí a la tienda de doña Lupe.
D.Lupe- Hola cómo estás muchacho?
Yo- Muy bien gracias me podria vender un jugo.
D.Lupe-Claro, pero nadamás me queda el Boing de uva.
(Lo mira coquetamente)
Yo- Si demelo.
Una vez salí de la tienda ví al juguito con deseo pero...
De la nada en mi nació algo más que sed, me estaba enamorando!
No le tome importancia y lo guarde en miochila
(Sube al camión)
Mientras veía y reflexionaba con las calles tercermundistas de mi México, me pregunté
¿Que rayos estoy haciendo con mi vida?
Me sentía fatal pensando en que me sentía atraído por un Boing de uva...