contenido maduro.
—Si Vegetta le pudiera decir algo a su yo del pasado, le diría que no creyera en Foolish cuando este le dijo que no era un adicto al sexo.
Desde la primera cita que tuvieron hasta la fecha, Vegetta sabe que han bautizado cada esquina de su casa y de la de Foolish, además de muchos otros lados que con tan solo recordarlos es capaz de desear que la tierra se lo trague, y al mismo tiempo, que se vuelva a repetir.
No se queja, sin embargo. Es un estudiante lleno de estrés y tiene un novio más caliente que el sol, por lo que aprovecha cada momento que tiene junto al hombre que tanto adora y ama, ya sea de calentura o no.
Por eso, suspira cuando siente las largas manos de Foolish apretar sus muslos, lamiendo y chupando la piel de su cuello mientras sus caderas marcan un lento pero tortuoso ritmo contra las suyas, que no hace más que alimentar su deseo de más.
Ambos se encontraban en el club Las Casualonas junto a sus amigos en una gran salida para relajarse un rato, cuando en medio de todo el baile y el alcohol, la lujuria les ganó y se retiraron del lugar entre silbidos, risas y algunos comentarios de "¡qué envidia!" por parte de sus conocidos.
En algún punto, por el apuro de entrar al hogar de Vegetta, ambos han perdido algunas prendas de ropa en camino a la habitación, el más bajo perdiendo casi todo a excepción de sus boxers, y Foolish totalmente desnudo y empotrándole contra la pared del cuarto y sosteniéndolo con una impresionante fuerza (especialmente porque a Vegetta no le falta masa muscular ni es exactamente tan bajo) desde sus piernas.
Vegetta no puede evitar responder al vaivén, y embiste ante el roce de la polla de Foolish contra la suya, haciendo que el rubio jadeé y aumente la intensidad de sus besos, bajando por el pecho y dejando chupetones en lugares que no se encontraban marcados desde la última vez que tuvieron intimidad (esa misma mañana).
Foolish gime contra el pectoral de Vegetta cuando este le agarra el cabello y se lo jala, haciéndole elevar la cabeza para corresponder el profundo beso que le estampa en la boca, sus manos moviéndose hacia su cintura para dejar que ponga sus pies en el suelo para sacarle el boxer al pelinegro de un tirón.
"No es por nada, pero creo que hoy prefiero que me cojas en la cama. ¿Puedes hacer eso, bebé?" Vegetta le susurra en el oído cuando se separan, bajando una de sus manos hasta el pene de Foolish para tomarlo, y la mueve de arriba a abajo, masturbándolo con ayuda del mismo líquido pre-seminal. Vegetta se siente endurecer más al ver como su mano se desliza fácilmente sobre el miembro viril de su novio. "Can you, honey?"
"Fuck yeah, I can." Foolish le besa de nuevo y ambos se mueven hasta la cama donde Vegetta lo empuja y se sube sobre su cuerpo, sentándose encima de su pecho y dejando que los dedos del rubio jueguen con sus pezones, moviéndolos de manera circular y pellizcándolos de manera que Vegetta arquea más su espalda para seguir la sensación.
"Eres un buen chico, amor, siempre haciendo lo que te pido. ¿Deseas algo antes de permitirte poner tu polla dentro de mí?" Suelta un gemido particularmente alto cuando las manos de Foolish van inmediatamente a sus nalgas y las masajea.
"Sit on my face, please, amor. Siéntate sobre mi cara." Le ruega, sus ojos verdes brillando en la baja luz de la habitación, y Vegetta solo atina a darle un beso suave y ligero en los labios antes de moverse para quedar sobre el rostro sin aún tocar al de abajo.
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¡Déjame dormir! [Fooligetta]
FanfictionCansado después de entregar su final de filosofía, Vegetta se echa en su cama, listo para dormir. Claramente, lograría su cometido si tan solo su vecino dejara de hacer tanto ruido mientras tiene relaciones. O, donde Vegetta solo desea descansar una...