5. Misión (Im)posible

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|Ava Wagner|

Qué paranoica que soy, de verdad que dan ganas de golpearme de lo paranoica y ansiosa que puedo llegar a ser. Habían pasado dos días desde el último encuentro que tuve con Cupido y no tuve ninguna señal de él, hasta ahora.

Apenas puse un pie en el pasillo de la escuela supe que sería un día raro y difícil. Raro porque no podía creer que Spencer Jones y Cyrus Baker estaban a un milímetro de mi casillero hablando de vaya a saber qué cosa y difícil porque recordé que tenía clase de literatura con el profesor Parker y qué hoy comenzamos el trabajo en grupo que nos dejó.

Ignorando que a tan solo unos pasos estaba el crush de mi niñez y mi némesis eterno,me dirigí con la mayor tranquilidad hacia el casillero con All of the girls you loved before de Taylor Swift resonando a todo volumen por mis auriculares. Tarareando la canción, rebusque entre los libros que tenía guardados, el de literatura y fue en ese mismo instante que sentí dos presencias justo a mi lado.

—¡Ah!—grité al ver a Brooke y Owen observandome con diversión—Malditos idiotas ¿Qué no saben que no deben asustar así a la gente?

—Para tú información la gente que se asusta con facilidad tiene pensamientos impuros—acotó el castaño.

—Porque tú eres un angelito, Owen.

El castaño ignoró mi respuesta y se despidió besando la mejilla de mi mejor amiga, la cual se sonrojo vergonzosamente. Una vez lejos, me puse a hablar.

—Con que Owen ¿Eh?—Cerré mi casillero, encaminándome hacia el salón que nos correspondía.

—Callate.

—Hey, no te juzgo, estás hablando con alguien que tiene un crush por un chico desde los trece—me encogí de hombros mientras ella reía.

—No es eso tonta—empujó su hombro suavemente contra el mío— Owen no es lo que imaginas, lo que todos imaginan. Es tierno, divertido y muy simpático, además de hablador.

La sonrisa en su rostro era más grande que toda la escuela.

—Pero igual seguimos conociéndonos—prosiguió— Si bien venimos hablando hace un par de semanas, todavía es muy reciente todo.

—Entiendo.

Antes de poner un pie en el salón me detuve abruptamente y parpadeé un par de veces para ver si mis ojos no fallaban. Había un hilo rojo, un gran hilo rojo que cruzaba la mitad del pasillo e ingresaba hacia el aula del profesor Parker.

—¿Estás bien?—preguntó Brooke a mi lado.

—¿Qué? Ah si, si estoy bien.

—Bueno entonces entremos, Korn ya debe haber llegado y sabes como es con el horario.

Asentí aun medio embobada por la aparición del hilo y si era cien por ciento sincera, tenía terror por entrar y ver quien era una de las personas que debía unir con su pareja destinada. Armándome de valor, ajusté la mochila en mi hombro y decidí entrar.

—Oh maldita, mierda.

—¿Perdón?—habló el profesor Parker Korn—¿Le sucede algo señorita Wagner?

De hecho si, hay un maldito hilo rojo atado a tu tonto dedo meñique, pero nada de otro mundo, profesor.

—No, solo olvide que no guarde un lápiz de más antes de venir.

Sonreí, tratando de disimular las ganas de llorar que tenía, mientras él negaba con su cabeza completamente indignado.

—La próxima vez recuerdelo y cuide su vocabulario, no volveré a repetirlo.

Efímero Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora