𝕌𝕟𝕠

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—¿¡Pero por qué me están hechando!? —era palpable en su tono, está desconcertado, no lo podía asimilar aún.

Su día inició tranquila, sin prejuicios ni nada. Había ido por la tarde con sus amigos a pasar el rato, pues tuvieron la dicha de haber cobrado esa misma fecha.

Lastimosamente tan pronto vino el dinero, muy pronto se fue.

Es que era una tentación gastarlo hasta quedar vacíos en los bolsillos, él jamás se preocupo por sus gastos.

Y es que seguía viviendo con sus padres, teniendo 23 años, era un mantenido de primera.

—Jeon Jungkook, no me levantes la voz. —la firmeza en sus palabras le hizo saber que se está comportando como uno de esos niñatos caprichosos.

Él odiaba a esos fresas.

—Perdón mamá...—no puede evitarlo pero un pequeño mohín se presentó en su rostro.

Tal vez tenga prontamente sus 24 años, capaz ya debería haber madurado, o simplemente su físico tuvo cambios.

Porque se seguía comportando como niño.

—Con respecto al tema, sí, te estamos hechando. —y antes de que el contrario se opusiera, volvió a hablar.— y no interrumpas mientras hablo. —al Jeon menor no le quedó de otra que apretar sus labios algo molesto.— Con tu padre hemos hablado que hace bastante tiempo debió comenzar tu independencia, ya no podemos mantenerte. Eres un adulto, y debes comprender en qué situación nos encontramos.

—Pero si seguimos bie-....

—No, hijo. —su vista se fue hacia su progenitor, quién estaba a un lado de su mujer, sereno y firme.— Mi trabajo me esta yendo bien, sí, pero los precios están elevándose y mi dinero no alcanza para los tres. Tú eres un adulto, ya trabajas pero no aportas nada en la casa. —se cruza de brazos, suspirando.— Ya no puedes depender de nosotros, ya toleramos tu actitud por varios años, será mejor que vayas buscando un lugar donde quedarte, pues aquí nada más te damos una semana más de hospedaje.

Quería gritar, reclamar, pero se desistió.

Ellos tenían razón, y lo puede comprobar si le pidieran cocinar.

Dios, hasta el agua se le quemaba, no sabe cómo pero sí.

—Entiende, hijo. Eres nuestro único bebé pero ya no podemos cuidarte como cuando eras niño. Estamos envejeciendo y debemos priorizar nuestra salud como también enseñarte a vivir por tu cuenta. —la señora Jeon se acerca y le da un abrazo a su hijo.

Siempre será su primer hijo y el más querido. Jamás podría alejarlo de ella, y sin embargo la situación lo ameritaba en ese caso.

Ya no tienen derecho a las elecciones de su primogénito.

Jungkook simplemente corresponde aquel contacto afectuoso, escondiendo su rostro algo rojo contra el cuello de su madre.

Se estaba aguantando las ganas de llorar.

—C-comprendo....—con la voz temblorosa susurró, la adulta apretandolo más fuerte y sonriendo algo triste.

El hombre adulto presente miró la interacción entre su esposa e hijo, y no pudo evitar acercarse para también abrazarlos.

Ellos siempre serán su prioridad.

Enamorar cada día más a su esposa y cuidar de su caprichoso e intenso hijo.

—Sabes que te queremos ¿verdad? —susurra apoyando su mentón sobre la cabeza de su hijo.

El rubio asiente, estando mocoso y sus mejillas empapadas de lágrimas.

¿𝐑𝐞𝐜𝐨𝐦𝐞𝐧𝐝𝐚𝐜𝐢ó𝐧?ㅡ𝑻𝒂𝒆𝒌𝒐𝒐𝒌.【PUBLICANDO】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora