Capítulo 1

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—Yo diría que fué una misión exitosa, ¿no lo creés padawan?— preguntó Qui-Gon a su compañero en la nave.


—Si maestro, muy exitosa.— respondió el joven para luego susurrar.— Y también muy aburrida.


—¿Dijiste algo Obi-Wan?


—Solo que me emocionaba ya regresar al templó jedi, maestro.— dijo el chico sonriendo.


—Te recomiendo que al llegar descanses bien, y mañana retomaremos el entrenamiento dónde lo dejamos antes de salir en esta misión. Yo me encargaré de entregar el reporte al consejo jedi.


Obi-Wan asintió mientras esperaba a que la nave aterrizara, en definitiva estaba cansado de las misiones diplomáticas, si bien era cierto que la galaxia estaba en paz gracias a que el elegido descubrió el plan de un senador, que en verdad era un sith, la vida aburrida de los jedi en momentos de paz lo tenia cansado. Era la segunda vez que iban a un planeta a solucionar un conflicto de gobierno.


—Al fin.— dijo su maestro Qui-Gon al aterrizar en el templó jedi.


Ambos bajaron de la nave, y empezaron a caminar hacía el templó, listos para separar sus caminos apenas estuvieran adentró, pero no contaron con la presencia de cierta persona que hacía que el corazón del padawan saltará.


—Maestro Qui-Gon.— saludó un hombre de cabello castaño con rulos, y unos preciosos ojos azules.— Padawan Kenobi.


—Maestro Skywalker.— saludó el jóven con una pequeña sonrisa.


—El maestro Windu lo espera Qui-Gon, está entusiasmado de oír sobre su misión.— comentó Skywalker viendo disimuladamente al padawan.


—Entonces, será mejor que vaya a verlo de una vez.— habló Qui-Gon, para luego mirar a su aprendiz.— Ve a descansar Obi-Wan, continuaremos tu entrenamiento mañana.


Obi-Wan asintió y volvió a mirar al maestro Skywalker, quién solo le sonrió.


—Bueno, me retiro. Maestro, padawan...


Kenobi observó al otro maestro irse, ondeando su capa a cada paso.


—No seas tan obvio, padawan.


El jóven bajó la mirada, Qui-Gon solo dejó salir una risa y despidiéndose de su padawan, se dirigió a dar su reporte. Mientras que el menor, comenzó a caminar hacía su habitación, necesitaba descansar, casi lo había arruinado y no podía volver a pasar.


Estaba ya apunto de llegar a su habitación cuándo uno de sus comunicadores sonó. Asegurándose de que no hubiera nadie cerca contestó.


—¿Si?— preguntó.


—¿Ya llegaste a tu habitación?— preguntó la voz al otro lado del comunicador.

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⏰ Última actualización: Jan 21 ⏰

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Maestro (Aniobi) - MINI FICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora