Mala Mía

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✧ 𝑽𝑰𝑳𝑳𝑨𝑵𝑨/𝑽𝑰𝑳𝑳𝑨𝑵𝑶 ✧

Silencio, eso denominaba por completo el ambiente viendo como Miko tenía una sonrisa grande, a Tomás que se le subieron los tonos rojos a su cara y los ojos mostraban lo sorprendido que estaba y yo estaba como una piedra de lo quieta que estaba en mi silla sin saber cómo reaccionar ante la bomba que soltó Miko.

Tomé el último sorbo de cerveza de un cantazo a ver si me despabilaba y salía del trance donde me encontraba.

-¡María Victoria! ¿No que íbamos a esperar a decírselo con más calma?- La reprendí.

-¿Para que esperar más de lo debido? Había que aprovechar la oportunidad y no dejar pasar esto.- Tomó mi mano apretándola mientras fijaba sus ojos en el argentino.

-Ahora va a pensar que somos unas locas que se meten con cualquier desconocido.

Estaba muriéndome de la vergüenza al ver como no dimos una buena impresión.

-Che, esto me toma por sorpresa obviamente pero, ¿por qué yo? Digo hay mejores hombres o mujeres que querrán hacer un trío con ustedes.

Tomas se recompuso dándole un trago a su bebida teniendo todavía los cachetes rojos por la impresión. Cuando quería Miko no tenía mucho tacto para las cosas ni tanta delicadeza para decirlas.

Aunque me sorprende más que el no se asqueara o nos gritara a ambas por tener la imprudencia de hacerle una pregunta tan delicada. Se veía tan lindo cuando tenía una actitud tímida ante nuestra presencia.

-Mi amor, desde que te vimos a ti supimos que eras el indicado para pasar una noche con nosotras. Tu nos cautivaste con tan solo mirarte y mira que muy fácil cautivarnos no es.

Este alcohol está haciendo más efecto de lo que pensé. Los dos me miraron intensamente poniéndome más nerviosa queriendo hundirme en la silla para poder desaparecer. ¿En que momento pareció buena idea hacer esto? Yo y mi cabeza bellaca por querer hacer estas cosas y Miko siguiendo la corriente ante mis loqueras.

-Bueno, eso mismo que dijo Miko. A mi también me cautivaste desde que te vi ahí todo lindo sentado tienes algo que nos atrae a las dos.- Culparé al alcohol por darme la valentía de poder hablar sin tener que sentir como mi cuerpo temblaba por puro nervio ante la situación.- Entonces, ¿te animas a un trío?

Todo volvió a sumirse en silencio donde estábamos los tres tensos mirando hacia el argentino que no emitía palabra alguna y estaba demasiado tranquilo a mi parecer. Me crispaban los nervios ante la respuesta que daría Tomas llegando a juntar mi manos debajo la mesa buscando tener control sobre mi misma.

Miko ya conocía esa manía mía agarrando mis manos bajo la masa buscando tranquilizarme aunque sea un poco.

Por dios, hasta la presión se me bajará aquí mismo.

-Suena tentador la propuesta lo que me lleva a preguntar, ¿por que un hombre y no una mujer?

No debo dar una paso en falso y debo mover todas mis fichas para tener aquel lindo bardero a nuestra merced.

Miko se animó primero a contestar la pregunta que era la más emocionada por todo esto.

-Queremos experimentar con otras personas en la intimidad y si bien podríamos escoger a una mujer pero ellas no nos darán aquella sensación de seguridad como lo haría un hombre por ejemplo. Y tú nos inspiras una sensación de seguridad y solo hemos logrado hablar por minutos, suena raro pero es la verdad.