Mi muñeco De nieve/ Bakugo × Tn/+18

capitulo 81- montañismo

Katsuki: pato, te voy a llevar a un lugar demaciado interesante

Yuyiko: ¡¡¡Si!!! ¿A dónde?

Katsuki: es una sorpresa

Yuyiko: está bien

Ambos chicos subieron a un auto propiedad de los bakugo el cual los llevo hasta un lindo bosque

Yuyiko: ¡¡¡Qué lindo!!! ¿Un un picnic?

Katsuki: algo así pero aún no llegamos

Yuyiko: está bien, amor

Katsuki: mande pato

Yuyiko: ¿Puedes tomarme de la mano?

Katsuki: si pato
Dijo ruborizado mientras tomaba la mano de la pelinegra

Katsuki: ¿Por qué cada vez te amo más?

Yuyiko: no lo sé pero quiero que nunca lo dejes de sentir

Katsuki: nunca lo haría, tu y yo nos vamos a casar pato, vamos a casarnos, tendremos a la mejor familia y seremos los mejores héroes

Yuyiko: ¡¡¡Si!!!

Los enamorados caminaron tomados de la mano por unas cuantas horas hasta que llegaron al pie de grandes montañas

Yuyiko: ¿Llegamos?

Katsuki: aún no

Yuyiko: ¿adónde es?

Katsuki: allá
Dijo señalando la punta de la montaña más alta

Yuyiko: ¿Cómo subiremos?

Katsuki: escalar es mi hobby así que se me ocurrió traerte

Yuyiko: pero yo no sé cómo hacer eso

Katsuki: yo te enseñaré

Ambos comenzaron a subir poco a poco y cada vez la chica subía más rápido y fácil, así estuvieron por dos horas hasta llegar a la punta

Yuyiko: la vista es hermosa

Katsuki: no tanto como tú
Al escuchar eso la pelinegra se ruborizó y el rubio al notarlo le pasó lo mismo

Yuyiko: ¿ay ahora que haremos?

Katsuki: prepare un poco de comida

Yuyiko: ¡¡¡Si!!! Muero de hambre

El rubio saco de la canasta un pollo al horno y unos aperitivos los cuales estaban fríos

Yuyiko: se ve delicioso
La pelinegra trató de tomar un poco pero solo recibió un pequeño golpe en la mano de parte del rubio

Yuyiko: Auch

Katsuki: está frío tenemos que calentarlo

Yuyiko: ¿y la estufa? No está, mierda la olvidamos

El rubio soltó una carcajada que hizo entojecer a la pelinegra

Katsuki: no pato, necesitamos hacer una pequeña fogata

Yuyiko: ahhh

El rubio comenzó a hacer la fogata mientras la pelinegra miraba asombrada

Katsuki: ¿Puedes darme la cena?

Yuyiko: si

La pelinegra ayudo a calentar la comida y se sirvieron un poco

Yuyiko: no solo se ve si no que también es delicioso

Katsuki: gracias

Yuyiko: tu te encargadas de cocinar cuando nos casemos

Katsuki: si, tu quemarias la cocina