Hacía mucho frío. La cama, por la que Willbur una vez se quejó por ser demasiado pequeña, de repente se sintió horriblemente fría, vacía y demasiado grande para él solo.
Lentamente, como si quisiera aferrarse a sus sueños, abrió los ojos.
Su cuerpo, acurrucado a su alrededor; sus brazos, aferrándose a algo que ya no estaba allí. En cambio, hay una sensación de vacío. Es como si una parte de él, al ser robada, dejara una cavidad en su corazón.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ Una vez, tal vez, una voz brillante. Una vez, tal vez, la manta se desprendió de él y las luces se encendieron bruscamente.
En cambio, está el chillido frío y sordo de su alarma. Lo apaga distraídamente, volteándose para mirar al techo.
Es gris
Un ventilador de techo, gira sin sentido sobre él, un zumbido desalmado que llena la habitación. Se estira, tira de la cuerda para apagarlo.
Silencio y luego el mundo entero es solo tonos grises.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ "-¡¿La cuerda del ventilador de techo es en serio más importante que yo?!-"
