Sinopsis

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- Oye, "", ¡tienes que saludar!

El estadounidense había empujado con rudeza a una niña. La pequeña tenía el cabello desordenado y sucio, colores negros y grises por la suciedad donde alguna vez se encontró, ojos de un color plateado, por último los labios partidos y secos.

La ropa que usaba no eran más que arapos, como si fuera una muñeca de trapo.

- No tiene nombre, solo la llamó "oye" y "tu". -dijo sin mucha importancia-

- ¡Detente! -tomo el brazo derecho de la niña y la atrajo a su pecho protegiéndola en un abrazo- ¿Cómo eres capaz de tratarla así? Es solo una niña.

- Price, ella es todo menos una simple niña. Ese es tu regalo por ascender a capitán, así que puedes quedártela o botarla. El ejército la necesitará un buen tiempo y sana, si es que llegas a tenerla bajo tu tutela -se empezó a retirar de aquel oscuro cuarto que solo se era iluminado por la luz que de asomaba al otro lado de la puerta- Felicidades por tu ascenso.

Price observó como Shepherd se retiraba de la habitación dejándolo solo con la niña, después dejar de ver el uniforme militar del general, Price separó un poco a la niña para tomar su rostro suavemente con sus manos.

- ¿Estás bien? ¿Tienes un nombre?

No hubo respuesta, solo pudo ver qué lo miraba con atención, atenta a todos sus movimientos sin excepción.

Su rostro no tenía expresión alguna.

- ¿Pocas palabras?... Bien, podremos hablar de eso luego, por el momento te llevaré conmigo. Necesitas un baño y ropa nueva.

El mayor se alejó de ella, se quitó el abrigo que tenía y se lo puso a la niña como si de una cobija se tratase. La tomó en brazos, su sombrero cubría ligeramente sus ojos pero podía ver lo suficiente y no tropezar.

Se encontraban en una de las salas de conferencias en la base británica del SAS, Shepherd había salido de la base como si dar personas de regalo fuera el pan de cada día.

El capitán acomodó su sombrero pesquero y camino firme sin importar las miradas indiscretas del personal que de encontraban en los pasillos.

¿Quién los culparía? Nunca ha habido ninguna niña en la base y menos en el estado en el que se encontraba, pero por más teorías que quisieran sacar, no sabrían del porque está esa niña ahí y menos del porque está con el reciente capitán.

Una vez fuera de la base, Price pudo percibir el frío del invierno chocando en su rostro y cuerpo, cubrió mejor a la niña y sin importarle el frío que él sentía se retiró a su hogar, mucho menos retiró la mirada del frente.

Una vez fuera de la base, Price pudo percibir el frío del invierno chocando en su rostro y cuerpo, cubrió mejor a la niña y sin importarle el frío que él sentía se retiró a su hogar, mucho menos retiró la mirada del frente

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Se encontraba una mujer de cabello castaño claro apoyando su espalda en la silla donde estaba sentada, suspiró al mismo tiempo que había entregado una carpeta gruesa al hombre frente a ella

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Se encontraba una mujer de cabello castaño claro apoyando su espalda en la silla donde estaba sentada, suspiró al mismo tiempo que había entregado una carpeta gruesa al hombre frente a ella.

El hombre no tardó en tomar el objeto y sacar algunos archivos que se escondían dentro de este mismo.

- ¿Y tú equipo? -se enderezó en su asiento apoyando sus antebrazos en la mesa-

- El sargento Garrick. -comentó mirando el archivo del mencionado-

- ¿Kyle?

- Lo llaman "Gaz". Nunca dijo nada. -le extendió los papeles y después de que la mujer los tomara escogió otro expediente- John MacTavish, SAS. Tirador y demoliciones. Le dicen "Soap".

- ¿Por qué?

- Es confidencial.

Ante la respuesta del inglés solo bajo la mirada frunciendo el entrecejo con una ligera molestia mientras observaba el siguiente papeleo de ese tal "Soap".

Unos segundos después, una risa entre dientes que salía del contrario llamó la atención de su acompañante haciendo que lo miré de inmediato.

- Aquí está. -le extendió los papeles- Simon Riley.

- No hay foto.

- Nunca.

Antes de guardar todo en la carpeta observó con una sonrisa ladina el último expediente que había sacado mostrándoselo a la jefa. No sentía la necesidad de decir nada más que solo mostrarle los papeles y que hablarán por si mismos.

Ella al observar la foto de identificación, su expresión se convirtió a una de duda poniendo sus orbes claros en los del contrario.

- ¿Estás seguro que quieres tener a esta persona en tu equipo?

- Sin ella, el equipo no existe y no está a discusión. -toma todos los papeles poniéndolos en orden dentro de donde estaban anteriormente- Y el resto... Es confidencial. A menos de que aceptes. -recargó su peso en sus antebrazos sobre la mesa-

La de cabello castaño claro se inclina hacia adelante y mira al hombre frente a ella hablando en un tono más bajo.

- ¿Cómo le llamas a esta fuerza?

Price tomó aire en silencio y habló lentamente respondiendo la pregunta de su contraria.

- 1-4-1.

||Órdenes|| Simon RileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora