Jueguete de tencion

917 15 4
                                    

—Lo que te hizo Guido no puedo creer que pablo lo permitió—dijo Marcos abrazándome

—¡lo sé es una mierda!—

—Es un idiota Pablo y Guido y todavía pablo queriendo meterse con mia que mierda le pasa a ese—dijo para que lo viera

—no se amor yo también quiera saber—dije viéndolo para que me sonriera y me besara

—Hasta que no te sientas bien no te puedo tocar todavía no—dijo para que le asistiera jamás me tocas que seria diferente amor así tal vez no me hubiera metido en lo que me metí

—¿oye va a ver una gala la próxima semana no sé si quieras ir conmigo?—dije sonriéndole

—Amaría ir contigo—dijo para que lo besara

—¿Que hora son?—dije

—No ma amor ya te tengo que llevar a tu casa antes que tus papas me maten—dijo para que le sonriera y saliéramos si marcos vamos anges de qué a mis papas les de un infarto

—y Pablo está ahí—

—no anda de fiesta con mia exactamente entonces no creo verlo hoy—dije riendo

—¿Que se trae con ella?—dijo Marcos

—no se la verdad no tengo, ni idea—dije molesta para que lo besara y le sonriera

꧁꧂꧁꧂꧁꧂꧁꧂

- ¿cómo te fue?, preguntaba mamá cuando entré para que la viera

- bien bien, fue divertido marco esta como siempre—dije sonriéndole

- que bueno, ¿ya dormirás?—dijo mi mamá para que le asistiera

- si, estoy algo cansada tuve un día pesado la verdad—

—Oye tu padre hablo de una fiesta que fue—dijo mi madre

—Nada no pasó nada—dijo Pablo llegando el sólo me miraba sus ojos rojos hasta la madre. La verdad lo vi muy normal, no me vieron toda la tarde. O tal vez fue por cómo iba vestida. Sin duda las mujeres sabemos cuándo llamamos la atención.

- está bien, descansa, buenas noches—contestó mamá

- hasta mañana a todos descansen—dije subiendo

Entré a mi recamara. Aventé mi bolsa y me despinte los labios y un poco los cachetes. Me quité el pantalón de mezclilla y la blusa. Paseaba por todo mi cuarto con sólo el calzón blanco y un top negro. Revisé mi mueble para ver con que dormir. Me puse un pantalón lycra color gris y me cambié el top por una blusa blanca muy pegada a mi cuerpo. Distendí la cama y me metí. Prendí la tele y esperé a que me diera sueño. Abrí los ojos, la tele aún estaba prendida. Miré mi celular y eran las 2:40 am. Me había quedado dormida con la tele encendida. La apagué y dejé caer mi cabeza sobre la almohada. El sueño estaba pesado. Habían pasado como 5 minutos y en ese instante escuché que la puerta se abrió. Supuse que era mi mamá o papá que habían escuchado la tele, pero no. Sentí que una mano resbaló por mi cabello. Medio abrí los ojos y pude ver a Pablo parado junto a la cama. Aunque era de noche, la lampara de lava que siempre mantenía prendida, iluminaba un poco mi cuarto. Papá me la había regalado de cumpleaños. Vi que me miraba. Se inclinó hacia mi rostro.

- ...oye...susurró en mi oído derecho.

No sé cuál era su motivo para despertarme, pero no le hice caso.

Lo poco que vi es que su mirada recorría mi cuerpo. Estaba acostada boca abajo. Y únicamente estaba envuelta en la sábana. Puso su mano sobre mi cabeza resbalándola lentamente. Me acarició y aprovechó para tomar la orilla de la sábana. Comenzó a destaparme la espalda hasta la cintura. Al tener los brazos sobre la almohada junto a mi cabeza, dejé un hueco entre mis costillas y la orilla de la cama por lo que se sentó en ese lugar. Al hacerlo acercó su cara a mi cuello y rozó su nariz.

Perdona nuestros pecados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora