Mila es una chica de 22 años la cual se dedica a robar autos y venderlos en el mercado negro, un día, al fallar en uno de sus múltiples robos se encuentra con Victoria una de las más ricas del país, está al descubrir que alguien le estaba tratando d...
"A veces, las derrotas más duras son las que nos enseñan las lecciones más valiosas".
Eran las 3:00 p.m. del día, Mila merodeaba las calles buscando algún automovil sin protección para robarlo. Hasta que de pronto La chica encontró un impresionante Lamborghini Urus brillando en el sol era algo raro debido que este tenía las ventanas abajo y estaba claramente sin protección pero era un espectáculo para ver: un gran vehículo negro que parecía un depredador acechando en la parada de buses.
La puerta de estilo de tijera se abrió y ella se deslizó en el interior de cuero rojo con costuras blancas, emocionada anticipando la emoción que se avecinaba. Los detalles modernos, incluidas las pantallas digitales y el equipo de sonido envolvente, la hacían sentir como si estuviera en el futuro. La chica sintió la adrenalina aumentar solo por sentarse en el asiento del conductor. Sabía que el Lamborghini Urus era algo especial, una bestia de la carretera en todos los sentidos. En ese momento, supo que necesitaba tener un coche como ese en su vida hasta que todo ese sueño se desvanece sintiendo como la jalan fuera del carro encontrándose a la dueña de este, una chica un poquito morena con pelo castaño, rosado y corto, ojos ámbar y una pinta de que podría ser una riquilla de por ahí.
"¿Qué piensas que estás haciendo? ¡Llamaré a la policía!" Aquella chica claramente estaba molesta mientras la tomaba firmemente del brazo.
Mila estaba en shock en todos los años que estuvo robando autos jamás la habían descubierto más que una sola vez cuando robo su primer auto y cometió el error de venderlo en internet causando que estuviera en un año en detención de menores cosa que no detuvo a Mila para seguir haciéndolo y entonces comenzó a venderlos en el mercado negro. Mila claramente estaba asustada por lo que haría cualquier cosa para librarse con la suya.
"¡Por favor, déjeme ir! Le daré todo el dinero que desee, pero déjeme ir" Mila estaba actuando como una niña que fue descubierta en una de sus travesuras.
"No lo creo" Victoria, la dueña del carro, no pensaba aceptar sobornos "voy a llamar a la policía".
"¡No, por favor no! Haré lo que usted quiera pero por favor no llame a la policía" Mila estaba implorando para que la dejaran ir, el miedo la consumía debido a que nunca paso una situación así y no sabía que hacer.
Victoria sacaba su teléfono pero mientras buscaba la aplicación de llamadas se le ocurrió una idea para poder encargarse con aquella chica, "¿Dices que harás lo que yo desee, no?" Pregunto picarona.
"Si, si, pero por favor, no llame a la policía" suplicaba Mila muy asustada.
"Okey, niña, okey" entonces Victoria guarda su teléfono celular y trata de calmar a la chica que estaba a punto de llorar "sube al auto, por favor".
"¿Qué?" Preguntaba Mila desorientada.
"He dicho, sube al auto, ¿o llamamos a la patrulla?" Condicionó.
"No, por favor. Ya subo" Mila decidió no protestar más y subió en el asiento de copiloto.
Victoria igual se subió y arranco auto.
El viaje fue silencioso, Mila estaba muy apenada y asustada, nunca pensó ponerse de esa manera y mucho menos ponerse sumisa.
Llegaron a un vecindario muy bonito en donde se estacionaron en la cochera de una casa muy linda.
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Mila quedó un poco asombrada pero no dijo nada, luego ambas se bajaron del auto y entraron, Victoria invito a Mila a sentarse en el sofá de la sala de estar para poder hablar adecuadamente.
"Okey, niña" Victoria se paró frente a Mila con los brazos cruzados, "se lo que intentabas hacer, pero eso se acabó al menos de que te entregué a la policía o hagamos un acuerdo".
"No, por favor... no me entregué" Mila tenía la cabeza gacha y le temblaba el labio inferior.
"¿Eres novata robando carros?" Pregunto.
"No, señora" Mila estaba tan asustada que respondería lo que fuera sin pretextos.
"¿Cuánto tiempo llevas haciéndolo?" Victoria esperaba sacar toda la información.
"Casi 8 años... " Respondió.
"¿Qué edad tienes?"
"22 años..."
"Vaya sorpresa... 22 y ya siendo una delincuente" Victoria hizo una mueca de decepción, "¿Por qué lo haces?"
"Me gusta el dinero... y con un solo empleo no sería capaz de vivir bien"
"Pues no es la manera, ¿cómo te llamas?"
"Mila..."
"Bueno, Mila. Lo hubiera entendido si hubiera sido porque necesitabas el dinero pero no justificaba tus acciones, pero con lo que me dices solo me dan más ganas de cambiar de opinión y entregarte" victoria no podía creer lo que le estaban diciendo, era pura avaricia lo de Mila.
"¡Por favor, no! Prometo cambiar" Mila comenzó a sollozar.
"Te voy a dar la oportunidad de decidir tu destino, si no te entrego a la policía te quedaras conmigo pero actuaras como una niña chiquita y te trataré como una o sea que estaremos en un rol de ABDL" Mila lo conocía perfectamente y admitía que ya lo había realizado antes cosa que le gustó y claramente lo intentaría de nuevo, "o te entrego y suerte con tu condena".
Era una decisión difícil, puesto a qué a Mila si le gustaría volver a actuar como una niña pequeña y si no tomaba esa oportunidad estaría en una celda asquerosa por muchos años.
"Creo que la primera" susurro Mila.
"¿La primera? ¿O sea que ya sabes sobre el tema?" Pregunto Victoria sorprendida.
"Lo practique hace mucho tiempo" Mila estaba avergonzada ahora.
"Creo que no será tan complicado" Victoria se ilusionó "Ahora que ya haz elegido, creo que deberíamos comenzar. Tienes la estatura y el peso ideal para poder cargarte"
"Supongo..."
"Cómo conoces sobre el tema supongo que también conoces las reglas, puedes llamarme Mami o Mommy como se te haga mejor ¿Okey?"
"Okey... mami" murmuró lo último "¿Cómo se llama?" Pregunto apenada.
"Mila, yo me llamo Victoria pero para ti soy mami"