Bayamón, 10 de octubre del 2038, 7:22 AM
-Marina Miranda, levántese ahora mismo- La voz de un tipo de mediana edad me
obliga a levantarme con autoridad de aquella dura cama que nunca me proporcionó
largas horas de sueño. Con la sábana hasta la cabeza decidí ignorarlo como si no
hubiera oído su llamado. -¡Marina despierta, ya es hora!- Las palabras de aquel
policía apuñalaron mi cabeza como si esto ya hubiera pasado. ¿Por qué me duele
tanto? Fue entonces cuando mis recuerdos volvieron al presente, días antes del
estreno de aquella película que nunca vio la luz, día en el cual mi compañera me
despertaba para dar las buenas noticias. Todo pasó por mi cabeza en unos segundos,
alegría y tristeza, vida y muerte, familia y traidores…
El fuego robaba pantalla en todas las áreas de los noticieros y en algunas tomas se
podía ver a los médicos transportando algunas camillas con cuerpos enrojecidos.
Solo una vida se pudo salvar esa noche, ojalá no hubiese sido el caso. Cuando apenas
la chica volvió a estar consciente un investigador la empezó a inundar de preguntas
que asustaron a esta. “¿Qué fue lo que pasó?”, “¿Qué intenciones tenían al quemar
sus propiedades?” “fueron las primeras en fila de otras incontables preguntas que
pusieron a la defensiva a Marina. -¡¿De qué habla?! ¡Yo no hice nada!- ella no
entendía el porqué le hacía ese tipo de preguntas. El investigador menciona haber
encontrado su auto bien a escondidas con varios galones de gasolina bajo los
asientos, además de haber recibido reportes de unos sospechosos que conducían el
mismo auto después de incendiar su propia casa. Esto alarmó mucho a la chica ya
que en esa casa estaba una de las cosas que más apreciaba de vivir, todas sus horas
de dibujo plasmadas en un papel ahora eran puras cenizas. Pero la peor parte fue
cuando el investigador menciona haber hallado en sus propias manos aquel tubo
asesino que contenía la sangre de todas sus víctimas menos la de ella y su
compañera. Marina no podía soportar más engaños así que le contó su versión de la
historia algo histérica. Mencionó a detalle todo lo que tuvo que pasar junto a Elissa
después de encontrar aquellas tétricas escaleras que aseguró haber grabado. Los
teléfonos fueron encontrados totalmente quemados por unos investigados mientras
la policía buscaba sin éxito aquellas escaleras inexistentes. Todos concluyeron que
mi historia era demasiado ficticia para ser verdad, ya que sería imposible que un
solo hombre hiciera todo ese caos. Mientras tanto en las noticias se podía ver a un
chico llamado Michael acusando a su jefa de nunca haberle pagado bien a sus
compañeros. Por lo cual era probable que quisiera deshacerse de sus propios
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Éxito perdido
HorrorEsta historia la tuve que hacer para una tarea de español que incluía hacer una maqueta de nuestra compañía soñada, pero por alguna razón nos pidieron como extra hacer una historia de terror que se ubicará en nuestra compañía soñada. Lo que pasa es...