Había trabajado duro para conseguirlo, haría el viaje que desde adolescente soñé, subí al avion que voló por catorse horas hasta mi destino.
-Estimados pasajeros se les informa que en menos de cinco minutos estaremos aterrizando en el aeropuerto internacional de Corea del Sur, les queremos agradecer por haber elegido nuestra aerolínea para viajar, que tengan buen día - habló el capitán por el altavoz.
Me había estado preparando por años, aprendiendo el idioma a la perfección y trabajando arduamente para poder llegar hasta ahí.
Al aterrizar el avion me bajé para recoger el equipaje y tomar un taxi que me llevaría a mi hotel.
Estaría un mes solamente y lo quería aprovechar al máximo, iría a comer a los restaurantes que quisiera, pasearia por las calles, etcétera, para eso había trabajado.
No tenia responsabilidades, estaba soltera por elección y lo que hacia era sin algún tipo de compromiso, primero buscaba ser una mujer realizada, quería comerme al mundo antes de comprometerme de por vida con alguien.
Las primeras tres semanas pasaron con normalidad, visité varios palacios de Seúl como el Gyeongbok-gung y el Changdeok-gung, templos, parques, centros comerciales, restaurantes, bosques. El recorrido abarcó hasta las playas y aguas termales en Busan; para la última semana regresé a Seúl, en este tiempo me di cuenta de dos cosas: la gran mayoría de los coreanos no eran como en los k dramas y Corea era un lugar bastante tranquilo.
En este momento estaba dando un paseo nocturno por las solitarias calles de la ciudad era cerca de la 01:00 a.m.
-Si llegara a hacer esto en mi país me roban hasta la tristeza - reí para mi misma.
Seguía paseando por las calles y callejones hasta que en una parte me encontré con un local que se notaba que era de una dudosa reputación, la fachada lo gritaba, en mis años de vida e independencia nunca había entrado a un lugar de esos, nisiquiera sabia donde estaba alguno, simplemente no me llamaban la atencion pero hoy era la esepcion, algo tenia de especial ese lugar y lo descubriría.
Entré por la puerta para encontrarme con un hombre que al verme habló en coreano pidiéndome mi identificación, la saqué de mi bolsillo para entregarsela, al mirar la identificación me pido permiso para revisarme a lo que accedí, el hombre se levantó haciendo ver lo alto que era, y al comprobar que no traía nada me indicó por donde pasar.
-Kamsahamnida - dije inclinandome un poco para despedirme.
Era un pasillo largo con luces moradas y se podía escuchar un poco la musica, al final se veía una puerta negra que al abrirla y entrar se podía ver que el lugar no era muy grande, la musica era algo movida, las luces se movian, prendian y apagaban, sin dejar de verse algo obscuro, muchas mujeres se encontraban en el lugar, rodeando una pequeña tarima esperando a que algo o alguien saliera.
Me recargué en la pared viendo con desinteres el momento donde salia un hombre con un traje de policia, todas las mujeres se volvian como locas a gritarle mientras él comenzaba a mover las caderas de una forma provocadora al ritmo de la musica.
Conforme bailaba se iba desabrochando el chaleco, era alto, aceptaba que tenia un buen cuerpo, músculos bien formados, piel blanca, cabello rubio, se notaba que era extranjero pero nada fuera de lo común, no llamaba mi atención, a si que me limité a observar desde lejos.
Se iba desprendiendo más de su ropa hasta terminar con el pantalón abierto, les bailaba casi en la cara a las mujeres de su alrededor mientras estas lo manoseaban por todos lados y le tiraban billetes.
Algunas canciones después este se marchó, hubo un momento de calma donde las mujeres susurraban entre ellas, esto ya me estaba empezando a aburrir así que decidí irme pero al momento de abrir la puerta sonó una voz por un amplificador.
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Sexo sin fin {Endless Sex}
ChickLitEN PAUSA Muchas si no es que todas las historias no tendrán un final especifico. Se aceptan ideas de todo tipo pero también manejo un limite, todo será anónimo si gustan.